7D moronense, de quien hablamos

Era el tiempo final de la administración Menem, la época dorada del chachofrepasismo, la hora de las ordalías a los barones del conurbano.

La elección por el mas humilde en sus mas variadas manifestaciones se conocía con el nombre de pejotismo y era también sinónimo de clientelismo y corrupción.

Algunos sectores medios de Morón se indignaban por la presencia de la "negrada" en el centro del poblado. Era poder simbólico y  no estaban dispuestos a ceder espacio en aquellos ámbitos que dejaban en claro quienes mandan en cada sociedad.

Al asumir Dabbatella la intendencia, eso se evidenciaba en:
 -  La cancha del deportivo Morón a escasos metros de la catedral.
-  Los vendedores callejeros ocupando todo el espacio publico.
-  Una derruida estación de tren y unas dársenas  de colectivos en estado calamitoso..

Los vendedores eran el fruto maduro de la desocupación en masa, pero eso era un detalle menor, este escriba acompaña la molestia por esa presencia y hacia votos para que se redujera al mínimo o desapareciera, salvo que no echándolos como perros como finalmente sucedió bajo la acusación de "Mafia",  sino apoyando a quienes bregaban por la generación de empleo, cosa que no hizo el Intendente hasta que "pasó por ventanilla".

La cancha del Deportivo es un problema mayúsculo. El futbol es uno de esos pocos momentos en que queda cool ser de la "negrada", porque hincha del gallito es el Sr Juez, el comerciante, la industrial, la panadera, el laburante. Así que lo mejor ahí fue ir con algodones en los pies, Recién ahora se está corriendo el estadio, no tan lejos como el sabatelismo querría y el predio que deja se convertirá en un paquete emprendimiento inmobiliario, eso si nacional y transversal como corresponde.

Aquello que ponla en evidencia la presencia de la negrada en un lugar de poder simbólico era la estación de colectivos de Morón. En realidad cinco dársenas viejas que cubrían a los pasajeros de la inclemencia del tiempo. Sobre ella todos los mitos: "antro de la corrupción" era lo mínimo que se afirmaba, todavía no me alcanzo a explicar. Repito: cinco darsenas de mierda, donde está la corrupción?. Pero el sabatelismo entendió perfectamente que se trataba de otra cosa, habia que alejar  a esos molestos ususarios de los lugares cuya presencia era manifestación de presencia y disputa por el poder.

Derrumbó esas darsenas, y envío a los usuarios a hacer cola en veredas, a la intemperie, solen verano, lluvia en invierno.

Tanto selló su compromiso con los sectores reaccionarios que el el Plan de Desarrollo Estratégico planifico para las próximas décadas la construcción de una estación terminal de colectivos de media y larga distancia, pero nunca incluyó una de corta distancia.

Oros en cambio hacen esto:

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http://www.diariopopular.com.ar/notas/139268-massa-inauguro-una-nueva-terminal-inteligente-corta-y-media-distancia-