sábado, 10 de mayo de 2014

Bienvenidos al infierno


"Un profesor de historia económica argentina, y encima del montón"
Lo que subrayo me lo pasa el economista peronista veterano que por razones de trabajo tuve que entrevistar y se refiere a Axel Kicilof. Me agrega que "es obvio que la presidenta hace una elección estética y generacional sin importarle la efectividad presente, apuesta a capacitar cuadros, pero en lugar de hacerlo nombrandolos como subsecretarios de algún área detrás de secretarios y ministros que sepan de que se tratan los asuntos que tienen que resolver los pone al frente, no le discuten nada a ella y encima se ven bien en las fotografías de las tapas de los diarios y en la TV".

Va mas lejos en la crítica  "es un Ministerio lo que les da, un gabinete no puede formarse como si fuese la lista de invitados para que la fiesta se llene de gente linda y no aparezca siquiera un rostro que desentone".

A mi me preocupa la des-conexión con la realidad, es cierto que no llegaron para hacer esto que están haciendo, pero por hache o por bé lo están haciendo, es inevitable que vuelva a mi mente el recuerdo del turco Menem y del resto de la renovación peronista que terminó en neoliberalismo.

Algo de este derrotero que me quita el sueño aparece descrito hoy por Francisco Olivera que pone el asunto en blanco y negro
Los perturba (a los representantes de la Unión Industrial Argentina) este nuevo esquema de tasas de interés altas y dólar fijo que, dicen, aviva la especulación financiera. "Volvió la bicicleta. ¿Sabés cuántas veces la vimos?", graficó uno de ellos.
Cuando llegaron, Kicillof los esperaba con un aluvión de slides en Power Point que se extendieron durante una hora y media, un detallado repaso sobre los modelos antiindustriales que socavaron la historia económica de la Argentina y duros cuestionamientos hacia el papel que la UIA cumplió en los años 70..
http://www.lanacion.com.ar/1689307-la-hora-de-la-deslealtad
En pocas palabras: siguen con el falsete de advertir que quienes pueden ser sus sucesores son agentes de la continuidad de ideas de sus demonizados antecesores, que es lo que, paradójicamente, están reproduciendo ellos. Aquí los únicos engañados -si es que se trata de un ardid- son ellos.

No es nueva esta historia de la brecha entre los objetivos propuestos y las realizaciones concretas de los gobiernos peronistas, y esto está empezando a ser rumiado por las mujeres y los hombres de a pié.

"Si la historia la escriben los que ganan...."
Los relatos peronistas suelen terminar mal, para colmo enterrados por sus propios deudos que salen del cementerio hacia los del escribano para empezar la sucesión o mas rápido posible.

Las ideas de destino y fortuna parecen jugar un rol determinante en el itinerario de nuestros gobiernos. Es que, tarde o temprano, se imponen a la voluntad humana de transformación que es nuestra razón de ser.

Venimos a transformar y en algún punto los transformados por los avatares del destino y un sino indescifrable terminamos siendo nosotros.

En definitiva las grandes narraciones peronistas (tres de Perón (1943-5/1954/1973), la de Menem y la de Nestor Kirchner) pueden ser resumidas en la interacción de los grandes desafíos asumidos y resueltos y las pequeñas agachadas. Es que "son productos de procesos históricos" solemos argumentar y son estos los que configuran las enunciaciones tipo "Modelo de (zaraza) con Inclusión Social y matriz diversificada" para caracterizar nuestras capas geológicas.

La idea de destino por y para el poder (de transformación) y la fortuna que moldea los sueños y los lleva a la forma concreta en que se dieron -que no siempre cubre las expectativas en los balances finales- siguen representando el núcleo significativo en nuestros discursos que ya empiezan a sonar huecos por una inmensa mayoría que no vivió la epoca de oro 1943/53 del peronismo en la que si aspiraciones de las masas y las realidades efectivas alcanzadas tuvieron una innegable correspondencia dando pie a la generación de una épica militante con la que ya, señoras y señores, curramos bastante tiempo.

El próximo relato no tendrá ese changüí.

Como matriz de sentido, el  discurso acomoda como quiere y puede los sucesos pasados, relaciona caprichosamente conceptos distantes en el tiempo, los muestra cercanos por el sentido que les confiere. Pero como cada reflexión es producto de otras que la anteceden, las nuevas dialogarán con sus precedentes. El peronismo que viene acumula experiencias demasiado próximas que desmienten los mitos fundantes que tantas alegrías nos dieron en los actos eleccionarios a lo largo del tiempo. Temo que nuestra  experiencia reciente y asumida, me refiero a las administraciones Menem y Kirchner, representan mas contramodelos a reprender que para continuarlos.

Ayer emergió el (sumergido) pejota bajo la advocación a Curtius: “En épocas agitadas por ideas mesiánicas y apocalípticas, las figuras simbólicas ya caducas pueden llenarse de nueva vida, como sombras que han bebido sangre" y salió a la cancha haciéndose cargo de estos diez años, cuestión que, por otra parte, no es nueva en los peronismos oficiales, a menudo superados. 1983 reivindicando a Isabel, 1999 reivindicando a Menem.
mecasullo@mecasulloEl mensaje es "estos -que estamos hoy acá- somos todos los competidores legítimos, y estas serán las reglas".Si se fijan, las gacetillas del congreso del pj no dan casi precisiones ideológicas, salvo decir "nos hacemos cargo de estos 10 años" quiero decir, no denunciaron públicamente al decenio kirchnerista.Hacer eso no te garantiza ganar todas las elecciones; te garantiza seguir existiendo como partido fuerte.
Es lo que te hace ser un partido fuerte (lo dice la lucida politóloga M.E.Casullo), pero pone en duda el principal problema que empieza a resolverse, el de la conducción que dejó vacante Nestor Kirchner a su muerte.

Es probable que el próximo Presidente/a sea de esta tradición, lo que pongo en duda es el otro proceso abierto el 27 de octubre de 2010 que no se soluciona con la elección de un candidato ni con la gestión del presidente que resulte electo, el dilema de la sucesión en la conducción del movimiento nacional aparece nítido en el horizonte y para ello los asistentes al acto de ayer ofrecieron en sacrificio sus diferencias "para poder construir la tremenda armonía que pone viejos los corazones".

Estos que vimos congregarse ayer empiezan a dar respuesta política (mediocre a mi entender, pero eso es cuestión de opticas) a lo que el kirchnerismo en retirada de su posición hegemónica intentó lograr con aprietes y voluntarismo. Ven que bailan con la mas fea para el año que viene en las urnas pero están dispuestos a dar pelea en clave política, única manera de dar vuelta la situaciones adversas. Si pierden, no todos sucumbirán, guardarán en una baúl las chicanas y se sumarán resignados al nuevo signo epocal.

Los próximos tiempos serán de confrontación para el sincretismo peronista o no serán.

Bienvenidos al infierno.

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