domingo, 20 de julio de 2014

BRICS, asado, vino tinto, 90 físicos y madreselva

"Animo, animo, que no decaiga" es el mensaje que derrama hoy el conglomerado de medios que respalda al kirchnerismo y que se nutre parasitariamente de una pauta publicitaria que imagino -en todos los niveles-, mayor presuuestariamente que mas de uno de los tan necesarios programas sociales.

En realidad no están solos en la partida, se alinean también los representantes políticos de muchos sectores que sin sostener discursos antiimperialistas se revelan medrosos ante la creciente preocupación occidental por el rastreo de capitales provenientes de actividades ilícitas y las mas que molestas oficinas anticorrupción que florecen por todas partes y a las que hasta ahora pudieron mantener cautivas del oscuratismo.

Sin coincidir un 100% con Carlos Pagni y sin la necedad de considerarlo un aséptico actor admito que el escrito que sigue se ha ganado mi simpatía.

Los BRICS y las fantasías del populismo

La izquierda quiere que el grupo sea una vía nacionalista al desarrollo

Los gobiernos populistas de América latina, que han hecho de la catilinaria antiimperialista el leitmotiv de su política internacional, reciben con algarabía el desafío de los BRICS a Estados Unidos. Después de todo, ellos también intentaron sustituir al Banco Interamericano de Desarrollo con un Banco del Sur, que no nació.
Para esa izquierda nacionalista, los BRICS actualizan una fantasía que también encandiló a las dictaduras de los años setenta: la apertura de una vía nacional al desarrollo. Cristina Fernández de Kirchner, Nicolás Maduro y Raúl Castro, por ejemplo, ven en ellos la posibilidad de un financiamiento Estado-Estado que les permita sustraerse al mercado de capitales con sus habituales exigencias.
Los gobiernos populistas adjudican a los BRICS, en especial a China, la capacidad de procesar una modernización ajena al canon de la democracia pluralista, que supone garantías individuales, independencia judicial, libertad de expresión e iniciativa económica privada. Esa presunción supone que la incorporación de millones de chinos a la vida urbana no promoverá, a la larga, una liberalización.
Pero esa lectura bipolar, que experimenta el presente como un dèjá vu de la Guerra Fría, es un espejismo. Como demostró la sexta ronda de Diálogo Estratégico, que se acaba de celebrar en Pekín, el G-2 es una asociación dominante. China y Estados Unidos convergen en la agenda global de largo plazo: lucha contra el terrorismo, alimentos, medioambiente y, sobre todo, energías renovables.
En esta materia, ha ocurrido una novedad: en todos los estadios brasileños se pudo ver, durante el Mundial, una publicidad de Yingli, la fábrica de paneles solares que iluminó Maracaná. China disimuló a través del fútbol su presentación internacional como potencia energética.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/07/14/actualidad/1405371517_519607.html

Y me voy a comer un asado, que la pasen bien..

2 comentarios:

rib dijo...

acaso lo más cómico sea
que quieran aplicarle un batna
a dos graduados de harvard como griesa
o su muy bien remunerado special master pollack

http://rib-moregeometrico.blogspot.com.ar/2013/05/escrow-or-batna.html

lo dijimos hace un año y dos meses

La carnalidad binaria de Plomix dijo...

Brics malos, autoritarismo, USA buena, republica.