Comenta Darío este post:Gracias a Ariel por seguir pensando y quitando velos.
"(...) Yo tengo una idea, que es quizá equivocada. Porque cuando se habla de "progres", a mí me parece que se está hablando, en realidad de conservadores, tipos anclados en ideas arcaicas de la sociedad. Es decir, se me hace que hay una acepción de progresista que no es correcta. Pero quizá lo incorrecto sea mi concepción..."
Me hiciste pensar, Darío. Lo que mejor que tengo por el momento es esto:
No tengo UNA posición tomada con respecto AL progresismo y LOS progresistas. En principio porque, a esta altura de la cultura, se me hace que son etiquetas que no se ajustan a ningún principio básico, y que por eso pueden adherirse al lomo de Pino Solanas, Sabbatella, Alberto Fernández, Kirchner, Elisa Carrió, Lanata, TNbaum, Chacho, Bielsa, Ginés, Ibarra o Malnatti, por sólo citar algunos ejemplos.
Como palabra, coincido con tu visión: quedó vieja, arrastra demasiadas rémoras. En parte, eso se ve en el hecho de que ha perdido su capacidad referencial: no se sabe muy bien a qué nos referimos cuando decimos que alguien es progresista (¿cierto rasgo "no peronista", tal vez?). Por otro lado, sucede que ES vieja. El progresismo arranca allá en el fondo del XIX y, después del derrocamiento de Perón, progresista era aquél que, reconociendo las mejoras sociales del peronismo, pretendía hacerlo con métodos "republicanos", "democráticos". Para colmo, lo último que se supo del progresismo en esa versión fue que perdió la interna con De la Rúa, que renunció con el Chacho, que se exilió en Capital y que finalmente murió con Ibarra. Con esto último se torna aun más patente que la palabra quedó muy envejecida, casi póstuma.
El tema también es que las palabras no tienen la vida de las personas, y por eso pueden envejecer y luego rejuvenecer. Fijate lo que pasó con "peronismo". Si la foto la sacás en 1998, lo que tenés del peronismo podría ser López Rega, Isabel, Massera, Ítalo Argentino (ojota con ese nombre) Luder, Imbelloni, Triaca, Menem, su rata, digo, su ruta... Lo dominante en ese momento de esa palabra era la claudicación de las cúpulas y la revolución conservadora (el peronismo será revolucionario o no será nada). Después de 2001, constatado el fracaso de ese tipo de política, "peronismo" pudo gozar sin vergüenza de su gen populista, desde el momento mismo, pongamos, de los aumentos por decreto en los comienzos del kirchnerismo.
De modo que las palabras se comportan ante el tiempo como los buenos relojes: tienen algo así como una "reserva de marcha". Y si bien en este momento, "progresista" me resulta timorato, individualista y/o escondedor, quedará en los que así se reivindiquen la decisión de en qué lado eligen estar: ¿restauración, reforma o qué? Y cómo quieren estar, si como retaguardia, vanguardia o como compañero de ruta. Por sus frutos los reconoceréis.
Ariel nos sugiere la lectura de un artículo de Martin, que leí y está tan bueno que proximamente lo choripublicaremos.
PD: Ariel te paso esta cita es
"Ya he indicado que hicieron su aparición en la ciudad numerosas gentes de medio pelo. En épocas turbias, de incertidumbre y transición, aparecen siempre y por doquiera gentes de medio pelo. No hablo de los llamados "progresistas" [...], cuyos propósitos, aunque a menudo descabellados, están más o menos definidos. No. Hablo sólo de la canalla. En todo período de transición surge esa canalla de la que ninguna sociedad está libre, y surge no sólo sin propósito alguno, sino sin ningún asomo de idea, sólo para sembrar con ahínco la inquietud y la impaciencia. Y, sin embargo, esa canalla, sin advertirlo siquiera, cae siempre bajo el caudillaje de un puñado de "progresistas", que esos sí obran con un propósito definido, y son los que llevan a ese hato de truhanes a donde les da la gana, si es que ese puñado de "progresistas" no es también un puñado de necios, lo que, por otra parte, sucede más de una vez."
"Los demonios", Fedor Dostoievski, 1870.
1 comentario:
en los comentarios se armó un pequeño debate.
http://losperrosdellanari.blogspot.com/2009/05/el-futuro-del-progresismo-ii.html
Publicar un comentario