Choreo por partida doble de los resúmenes de notas de opinión del domingo 19 realizados por sus propios colegas
Por el Diario de Rio Negro
Jorge Fernández Díaz en La Nación, opina que "a lo que más teme ahora el peronismo es al vacío de poder y a un "epílogo radical" con desgaste continuado. A no ser escuchado, a no poder convencer a la gran dama de que lleve a cabo un programa lógico de supervivencia económica. A que la velocidad del deterioro -esta verdadera máquina de rallar peronistas se mantenga durante los dos eternos y tortuosos años que faltan, y a que al final del túnel el peronismo pierda su principal intangible: la idea instalada de que sólo ellos pueden gobernar. Cuando se imaginan dos años más de este descalabro, los justicialistas más lúcidos coligen que la sociedad futura, harta como nunca, podría darse a sí misma una nueva narración, sintetizada acaso en un cambio de paradigma: "El peronismo gobierna mal". Es que son conscientes de que, en el imaginario colectivo, cada vez hay una mayor asimilación entre menemismo y kirchnerismo: antes parecía una ruptura; hoy se interpreta como una desastrosa continuidad".
Fernando Laborda en La Nación considera que "con buena voluntad, la internación de su madre puede ayudar a entender el silencio de Cristina Kirchner en las últimas horas. Pero no su virtual desaparición de la escena pública a lo largo de un mes. Nadie duda de que la Presidenta habla con sus ministros y da órdenes. Pero eso no alcanza para desactivar la sensación de que, ante la gravedad de los problemas, hay un Gobierno al que no se le cae una idea. ¿Es la ausencia presidencial fruto de una prescripción médica para no exponerse a situaciones estresantes o de una prescripción política para preservar su figura de las incesantes noticias negativas? Probablemente, ambas cosas. Pero no faltan quienes admiten señales de hartazgo de la Presidenta ante una situación que la ha forzado a hacer algo a lo cual los Kirchner nunca fueron muy afectos: delegar". Añade que "casi nadie habla públicamente de una hipotética crisis institucional, derivada de una renuncia de la Presidenta. Pero todos, a su manera, parecen estar preparándose para una eventualidad como ésa, que ante el ostensible desgaste del vicepresidente Amado Boudou, podría dejar, como en 2001, en manos de una Asamblea Legislativa la resolución sobre quién quedaría al frente del Poder Ejecutivo por los dos años del período constitucional que le restan a Cristina Kirchner".
http://www.rionegro.com.ar/diario/opinion-publicada-1464745-9532-nota.aspx
Por El Dia de La Plata
Fernando Laborda
LA NACION
“El gran problema de la Argentina es el de un país en vísperas de una severa crisis económica de compleja solución, acompañada por la ausencia de liderazgo y capacidad de gestión, suplida por elevadas dosis de improvisación que revelan la carencia de un plan”, dice Laborda. Añade que “inquietan el 28,4% de inflación del año último, la escalada del dólar paralelo hasta los 12 pesos y la caída de las reservas del Banco Central por debajo de los 30.000 millones de dólares”. Pero lo que más preocupación causa es “el creciente deterioro del poder presidencial”. Y sostiene: “Con buena voluntad, la internación de su madre puede ayudar a entender el silencio de Cristina Kirchner en las últimas horas. Pero no su virtual desaparición de la escena pública a lo largo de un mes”. Nadie duda de que la Presidenta habla con sus ministros y da órdenes. Pero eso no alcanza”.
Edgardo Mocca
PAGINA 12
“La estrategia política de la derecha argentina tiene tres líneas principales: la desestabilización económica, la erosión de los apoyos gubernamentales en el territorio federal del justicialismo y el desorden en la calle. Las tres líneas se suceden entre sí, convergen y se alimentan mutuamente. Con diferente intensidad y dramatismo, todas convergen en un punto imaginario, el de la creación de un clima de absoluta ingobernabilidad”, sostiene Mocca. Agrega que “con aire de inocencia, ciertos analistas pretendidamente independientes ´aconsejan´ al Gobierno que modifique sus políticas y sugieren que ese cambio traería la tan ansiada paz social”, pero “ninguna de las experiencias históricas relativamente recientes autoriza esa expectativa: las concesiones de los gobiernos de origen popular a la derecha siempre han sido el prólogo de su debilitamiento progresivo, su aislamiento y su caída”. Y dice que los recientes cambios de gabinete y la modificación de ciertos estilos de gobierno “parecen indicar el reconocimiento de la necesidad del diálogo político”.
Eduardo Van Der Kooy
CLARIN
“Daniel Scioli fue en los últimos días el portavoz más fiel de Cristina Fernández. No sólo porque habló, de verdad, con ella. Transmitió también su pensamiento en estas largas e inexplicables semanas –por la ausencia de información oficial– de silencio y encierro presidencial”, afirmaVan Der Kooy. Alude a la ausencia de la Presidenta y sostiene que “puede ser que Cristina, en efecto, esté detrás de cada paso que da su Gobierno. Resulta casi imposible imaginar lo contrario. Pero su nueva conducta pública permite fluir una intensa marea de rumores”. Agrega más adelante que “la expectativa y la incertidumbre en torno de la Presidenta pareciera consumir con voracidad el capital político inyectado luego de la derrota. Capitanich dejó de llamar la atención. O la llama apenas por sus pintorescos desbarros”. En otro orden, sostiene que “más preocupado que Kicillof está Juan Carlos Fábrega. El titular del Banco Central supone que será imposible coagular la fuga de divisas si no se toman antes medidas estructurales contra la inflación”.
Jorge Fernández Díaz
LA NACION
“El peronismo tiene miedo, y ése es un dato estremecedor. Descender a los interiores del volcán peronista y oír las cuantiosas voces de ese magma fragmentado, pero en ebullición, puede resultar bastante didáctico a la hora de entender qué pasará en la Argentina”, dice Fernández Díaz. “Ese volcán sigue siendo, mal que nos pese, la gran caja de resonancia del poder”. La gran manada, agrega, “busca un nuevo macho alfa” y eso ocurre porque considera a Cristina Kirchner “poco menos que una ex presidenta”, obligada a gestionar su propia retirada y un país en crisis. “A lo que más teme ahora el peronismo es al vacío de poder y a un “epílogo radical” con desgaste continuado”. Los peronistas son concientes “de que, en el imaginario colectivo, cada vez hay una mayor asimilación entre menemismo y kirchnerismo: antes parecía una ruptura; hoy se interpreta como una desastrosa continuidad”.
Sergio Crivelli
LA PRENSA
“Gremios activos, empresarios preocupados, Gobierno ausente”, es el título de la columna de Crivelli. Dice que el “brote inflacionario que disparó los precios y llevó el dólar al borde de los 12 pesos le quitó protagonismo a los políticos y se lo transfirió a los sindicalistas” ante pérdida en el poder adquisitivo de los trabajadores. Y asegura que por eso creció la expectativa de la cumbre Moyano-Barrionuevo. También asegura que es “palpable” la inquietud en el sector empresario por la “desaparición” de la Presidenta de la escena pública. “Quienes tienen que decidir inversiones y proyectos productivos no saben que hará el kirchnerismo y cuánto durará, lo que los lleva a demorar decisiones”, agrega.
Leer más en http://www.eldia.com.ar/edis/20140120/Otros-analisis-fin-semana-opinion2.htm
1 comentario:
Una solucion:
http://politica.elpais.com/politica/2014/01/19/actualidad/1390163405_534917.html
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