Alucina Carrió

Biotipo: abogada que no se desprendió de las marcas en el orillo de la profesión a pesar que hace política hace unas décadas ya. Tampoco vamos a decir que es una de esas "militantes de toda la vida".

Lilita se siente fuera de la comunidad política y por encima de ella.

Proviene de un medio (la justicia) donde no se tiene mucho aprecio a la actividad política. Fuerte espíritu de cuerpo, Omertá la llamaría la chaqueña, que repele con ácido las intervenciones de fuera del ámbito aun aquellas fundadas en la sana razón con el latiguillo de la independencia de poderes.

El programa de Lilita no excede cualquiera que pudiese ser pensado por un efector judicial: hacer la ley, cumplir la ley, reclamar ante la justicia, acatar la sentencia. Asuntos tales como construir rutas, conseguir financiación para un programa de gobierno, capturar renta, de que forma terciar entre patronos y obreros con el fin de mejorar el salario sin hacer perder puestos de trabajo, hacia que tipo de economía ir, como y con que proveer salud, vivienda y educación están fuera de la órbita de sus obsesiones, mas allá de unos cuantos proyectos hechos a desgano y solo para cumplir.

El barniz moral sobre la política y la economía no la dota de eficiencia gestiva.

"El modelo económico está bien, hay que disminuir la corrupción estructural y la Argentina despega"  dijo una vez Graciela Fernandez Meijide. Ya comprobamos con los últimos equipos económicos kirchneritas y con la experiencia Aliancista que la ex fiscal integró que algunas áreas sensibles no se las llena con Voluntad. Este voluntarismo la lleva a formar (a Lilita) una alianza para una República de Iguales, y serán iguales ante la ley, lo que puede traducirse como que tendrán abogado gratis pero nadie les mejorará nada, la experiencia indica que probablemente les empeoren las cosas. Es el voluntarismo el que la proclamar en 2011 las “Bases para una Argentina próspera, libre y de clase media” definiendo con ello no solo su anclaje sino también que no sabe que hacer frente a poderosos y su poder y frente a los pobres y la pobreza.

El circulo discursivo de Carrió tiene muchas ventajas pero también le marca limites que no le van a permitir abandonar el rol de fiscal de la Republica en el que parece estar muy cómoda. Hilvana su relato con el fin de abroquelar lo mas que pueda y eso la hace prescindir de frenos inhibitorios y volver al mas rancio antiperonismo. La sola irrupción de una variante "anti" dentro del sistema político es un salto atrás, una tara mas y no una solución a nada.

Su "quiero que el PJ sea responsable por lo que hizo". Es extender la vigencia de una confrontación que desde el massismo al menos juzgamos perjudicial para el conjunto.

Revisemos el Pequeño antiP ilustrado para ver en que se basa la propuesta
Elisa Avelina dixit

*  Somos claros opositores, vamos a hacer todas las denuncias que haya que hacer sin excepciones, no hay paraguas protectores para Presidente alguno.

*  Quiero que se disuelva esa organización mafiosa que se llama partido justicialista, (no choca de frente contra la identidad peronista por lo que queda obligada a separar a lo Nuremberg entre "pueblo peronista" y "aparato organizado de poder" que habría traicionado al pueblo peronista, obvio).

*  Lucha contra el narcotráfico y contra la corrupción. Imprescriptibilidad del delito de corrupción.

*  Plena vigencia de los sistemas de controles de la república. Que nadie tenga la suma del poder. No dar cheques en blanco a Presidente alguno.

*  Parlamentos fuertes.

*  Financiamiento transparente de la actividad política

Por ultimo agrega dardos dirigidos a la urgencia mas que a la importancia
*  "Lucha contra el narco-tráfico, que me expliquen como en la PBA está todo el nivel intermedio del cartel de Medellin viviendo en Nordelta y en el Tigre"
Massa no quiere subir a Carrió al escenario (todavía), la invisibiliza con la indiferencia sino la enigmática catarata de verbo -que debería ser resuelta de oficio- concluye en las disculpas de Carrió un par de años después de ser formulada.
Continua Carrió y esta vez roza a Scioli: "que diga en que consiste el cartel político", en lugar de darnos ella una idea prefiere seguir con el suspenso y hacer transpirar al "imbécil", como lo llamó.

El contenido, salvo las denuncias infundadas e inconsistentes y la  gorilada, lo rubrico ya, pero el contexto hace que se le note demasiado la marca en el orillo de la que hablaba al principio.

Todo esto fue dicho en medio de una crisis económica donde todos, desde el primero hasta el último, estamos preocupados contando monedas. Habla con la seguridad de sentirse parte de una clase acomodada peculiar, esa que tiene que ver mas con el espíritu que con lo material. Esa aristocracia del intelecto a la que se le escapa la aflicción del laburante para alimentar a su familia, tampoco sabe de las preocupaciones de empresarios, nada la involucra con los negocios, comercios, industria, permanece ajena  del estado y su financiación. La actividad económica es secundaria para Lilita y esto al final, para cuando necesita masividad se cae solo, por que así es fácil tacharla de "loca que hablaba de pavadas mientras aquel otro arreglaba el problema que a mi interesaba",  es que, como decía un amigo, "en el contexto político la imagen que se forme de los pre-candidatos puede ser decisiva para la decisión que tomen los electores sobre él".

Aquello que espera toda sociedad de alguien que los quiere gobernar constituye el punto ciego del espacio de Carrió, claro que de la superficie de un océano.Si ya Calamaro nos advertía que "no se puede vivir del amor", imaginemos a Lilita Presidente pretendiendo que vivamos del odio.

En este marco de crisis económica, sin hablar de economía puntualmente, sin discutir sobre infraestructura, comunicaciones, transporte, servicios, generación de empleo, la primer seguridad (un orden en el que el "yo" pueda planificar) y la otra seguridad (la de la pagina de policiales), lo de la Sra Carrió es una versión sin éxito del programa de Alem e Yrigoyen. Votable en los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX.

Otro desafío de Lilita es como re-construir por enésima vez lo que destruyó. Le falta una identidad político-cultural, sus believer's -como el amigazo Quintín- lo dan por descontado, quieren convertir al peronismo en el régimen rumano y en la familia Kirchner en los Chechescu., esa es la gesta y después de ahi se les acabó el catalogo.

Total si, como fantaseaba Fernandez Meijide, solo con disminuir la corrupción despegamos.

Aún con esos fieles cultores la fuerza de la moral antiperonista es anémica en política y en la carrera electoral solo puede ser funcional..

El pensamiento mágico sumado al voluntarismo del que hace gala Carrió es tan peligroso como fue el de montoneros o el de el último kirchcnerismo económico.

Como boluda no es, sabe que hace rato perdió protagonismo -si alguna vez la tuvo-, así que para saltar sin esforzarse mucho al primer plano necesita profetizar que se va todo al carajo, para eso convoca a cacerolazos, el día que se le de la tendremos como oráculo otra vez. Un día puede darsele, cuenta con el auxilio de las autoridades económicas mas ineptas del ultimo cuarto de siglo.

Porque no todo es convicción en política hace cálculos y opera para posicionarse. Al respecto Jorge Asis tuitea:                                             

Un carnet del ACA vale más que el del PJ. Que quede claro. El problema no es el PJ. El dilema es siempre el "maldito peronismo".
Es tan obvio el cansancio de la sociedad con el peronismo como la tonta frivolidad de hacerlo responsable total de la debacle.
Carrió... degrada al PJ pero apunta a Binner ("ruta 34"). A los que "hacen fotos". Sanz y Cobos.
El círculo rojo y la mediología aplicada instalan necesidad que próximo presidente no sea peronista. Alianza en camino. ¿Con Macri?

Hijo de puta este turco, sabe que a Carrió no le queda mucho margen y que si tiene que cerrar con Moral Macri tiene que preparar el terreno en la cabeza de sus representados.

Por ahora Carrió se maneja con las armas con que cuenta, la  materia prima sicologica, , el enigma que da pabilo a la suspicacia,  y tirando de los pelos intenta ligar el simbolismo con la distribución de bienes y servicios materiales, por ahora no lo logra. 

Por último se nota demasiado la confluencia de parte del oficialismo y el imaginario de ciertos sectores medios y altos de la cual Lilita es su medium.
Hay un kirchnerismo que no quiere que se siga profundizando (el ajuste). No sabe como salir del atolladero y fantasea con irse de manera mas digna.  Inconscientemente coinciden con Lilita en que lo mejor es irse en helicóptero, no en cana pero si para pasar años denunciando la conspiración.
 Se autoconsuelan. Mejor ser un Illia, el bueno que quiso hacer y no pudo, que quedarse hasta el final y recibir los botellazos del publico.

Veremos como salen de esta (Lilita y los kirchneristas que bajaron los brazos).