viernes, 4 de marzo de 2016

El espacio de disputa


"no puede haber paz sin diálogo"
Papa Francisco

En los años que siguieron a la victoria radical de 1983, Raúl Alfonsín llevó -con la prepotencia de los votos- a la mayoría del tablero político nacional a la socialdemocracia y mas perceptiblemente a la defensa de una normalidad democrática, que por entonces se antojaba mas ideal que realidad. Muchas fueron las pruebas de amor que el derrotado peronismo debió de dar hasta que su convicción se hizo confíable a los ojos de un electorado razonablemente  incrédulo.


La insaciable billetera argentina, que el alfonsinismo no supo saciar, le dio la oportunidad -al peronismo- de regresar al poder, pero queda la duda de si las mayorías populares lo hubiesen habilitado de no haber mediado la profesión de fe demoliberal.

Hoy, nos encontramos ante un aparente hartazgo de las mayorías  del cóctel "contexto" + abusos permitidos por una dinámica que en apariencia fue transformadora, aunque -para mi gusto- sin resultados palpables, si a eso se le suma un convencimiento propio y ajeno de que buena parte del núcleo duro kirchnerista fue corroído en su vocación de servicio que fue reemplazado por el animo de lucro, el hartazgo se vuelve mandato de cambio. Pero ese cambio debe ser encausado, no puede ser cualquier cambio.

El año pasado dijimos que Seergio Massa, su insistencia por no bajarse de la candidatura presidencial terminó arrastrando a dos fuerzas de derecha real,  una que se decía de Centro (CAMBIEMOS) y otra que se decía de centroizquierda (el FPV), hacia el centro real.

La resiliencia renovadora obtuvo en la elección (real y efectiva) de octubre una representación parlamentaria que le permite ser (hasta 2017) la pesa que inclina la balanza. Puede demostrar ahora aquello que recitaba en campaña de que "acompañaría lo bueno y se opondría a lo malo". Empieza ahora a verse cual es el contenido de ese gaseoso "bueno-malo".

En estos primeros meses, de transición hegemónica, la agenda la empieza a marcar el titular del PEN y los antiguos dueños de la lapicera empiezan a darse cuenta que es eso de no tenerla. Solo la secta cristinista aun cree que siguen estando en el centro, los mas lúcidos sabien bien que "todo es cuento, todo es vil. En el corso a contramano un grupí trampeó a Jesús... No te fíes ni de tu hermano, se te cuelgan de la cruz...
Quisiste con ternura, y el amor te devoró de atrás hasta el riñón. Se rieron de tu abrazo y ahí nomás te hundieron con rencor todo el arpón"

El FR/UNA se ha mostrado paciente los primeros días macristas "de mierda" (como decían del kirchnerismo) en el gobierno, cuando una lluvia de DNU amenazaba con ser continuidad del autismo que lo precedió.

El "massismo" ha acompañado, por ejemplo, la ratificación del presupuesto, cinco decretos de necesidad y urgencia y uno lo dejó colgado en la ganchera para que los protagonistas de la confrontación por la confrontación misma de la década anterior asienten sus posaderas en la mesa de la negociación, arte al que le "perdieron la mano".

Sergio Massa los está arrastrando al dialogo y los va a llevar ahí a patadas en el culo si es necesario. No lo perciben los que se dedican a contrar historietas, la inquina contra el tigrense es mucho mas terrible que al antagonista en el negocio del pais dividido.

De muestra basta un botón:
La firma del decreto que crea comisión para la coparticipación y hace un plan de pagos a provincias del recorte del 15% (Decreto 406/16 del 25 de febrero) gatilló lo que se esperaba: la unidad de todo el peronismo frente al gobierno.
Los aliados radicales le habían advertido esto a Macri como un riesgo porque desbalancea fuerzas entre un gobierno que no tiene un partido fuerte y homogéneo –Cambiemos es una UTE que domina grandes distritos – frente a un peronismo que pese a disidencias de métodos logró juntar a 13 provincias detrás del reclamo.
También le advirtieron de que Massa condicionaba el apoyo al DNU que había firmado Macri reponiendo el recorte (Decreto 73/16 del 11 de enero) en la bicameral del Congreso. Su intención era convertirse en el abanderado de los gobernadores peronistas buscando un atajo para juntar poder dentro del partido. Macri firmó el decreto que crea la comisión y pone plazos a la devolución por presión de Massa, que terminó apoyando el DNU que se había paralizado en la bicameral.
Los gobernadores que se reunieron en el CFI el miércoles rechazaron el 406/16 con lo cual desairan a Macri, pero también lo apartan a Massa como mediador. ¿Fracaso de Macri? A medias, porque logró ya – merced a un decreto a la carta para el tigrense - que la Bicameral le aprobase el 73/16. Si esa norma caía hubiera sido una derrota de la estrategia que marcaba esa norma, que le da la herramienta para seguir negociando con los gobernadores. Macri y los gobernadores, con este minué, en realidad se han sacado de encima, por ahora, a Massa como mediador. Ignacio Zuleta en
http://www.mdzol.com/nota/659934-el-quincho-de-zuleta-el-canje-macri-pj-de-copa-por-cerrojo/


El acierto de Massa es haberlos llevado hasta la mesa del dialogo que fructifica. El espacio de disputa es el de la negociación, siempre lo fue. Nunca quiso ser el de la división tajante que invita al trato violento. Bienvenidos a la política!!! porque (gracias a Sergio Massa y su espacio) la política está intentando regresar.




1 comentario:

Gabriel dijo...

todo bien con la negociacion, pero endeudarnos para pagarle a los buitres, para poder acceder a los mercados para endeudarnos mas?
hay cosas que no son negociables. que opinas de este tema? cual va a ser la posicion del massismo cuando se vote la derogacion de la ley cerrojo?