El negocio del año

Carlos tenía que vender algo para obtener las diez lucas que le faltaban y así pagar la deuda con el usurero. Ya no tenia a quien manguear y encima lo tenía que hacer antes de las tres de la tarde porque a esa hora vencía el plazo que le dieron. Si no paga va en cana con su familia porque va a quedar en evidencia su adicción al juego y esta es mas que una ultima oportunidad para frenar el embargo y la cagada a palos que le van a propinar los matones del mafioso. Su auto vale unas 60 lucas, se decide a reventarlo por diez lucas cash al primero que encuentra, que es Andrés quien, chocho de la vida, acepta la oferta sabiendo que le saca de ganancia en un par de días unos 50 mil pe y si aguanta unos dias mas, mayor va a ser la diferencia a su favor.

Andrés lleva a Carlos, el vendedor desesperado, para su casa y le pone en el bolsillo 8 mil mangos, y le pide apenas un rato para conseguir los otros dos. Llama a Julio y lo manguea, este viene con las dos lucas en el bolsillo y cuando se da cuenta que hay un negocio empieza a negociar con Andrés, que hasta ese momento  pretendía devolverle el monto en carácter de préstamo, te pido dos, te devuelvo dos cuando venda el auto.

Andrés se niega y Julio amenaza con irse. Andrés argumenta que pensó que era amigo y entiende que quiere aprovecharse de la situación de  premura para exigirle ser socio del negocio. Julio le explica que la amistad no es solo ganancia para Andrés, que toda amistad o relación de respeto es una vía de doble mano y que la amistad corre por un carril y el negocio por otro, y que un buen amigo no piensa en dejar fuera al amigo al que ademas acude en socorro; que ser amigo es también hacerlo partícipe del beneficio.

Andrés responde que eso no tiene nada que ver, que el tenía un negocio cerrado y que solo le pidió un préstamo a el porque sabia que era de los pocos que le prestaría y que contaba con esa suma de entre sus amigos. Julio responde que no creía que Andrés tuviese negocio alguno porque lo que Carlos quiere son 10 lucas y el no llega, nunca tuvo el negocio cerrado porque no tiene forma de hacerse de ese dinero instantáneamente sino es con su concurso, contraataca diciendo que sin el no hay negocio por lo que el debió formar parte del negocio ya en la ideación del mismo. 

Y por si quedaba alguna duda le dijo que no aceptaría el 20% que sería el lógico porcentaje  para recibir por su aporte a la sociedad de hecho y que iba por el 30% derecho viejo o no habría negocio.

Carlos que escuchaba en silencio la discusión,  apremiado por el tiempo amenaza con irse porque sabe que al trasponer la puerta le resultará en extremo fácil encontrar un comprador que quiera hacerse de una diferencia en apenas días. Andrés no transige y Carlos se va. No hubo negocio entre ellos pero al menos a Andrés le queda una mezcla de consuelo y satisfacción de que no sumó a Julio a la sociedad.

Muy parecida esta historieta a la jactancia kirchnerista de que "massita no tuvo show", mientras el socio del kirchnerismo en la política teatralizada, Macri -y Dio's quiera que no- veta el proyecto sancionado y los laburantes y pymes se quedan sin protección.