El brazo izquierdo de Perón
No hay causa por justa que sea, que tenga relevancia en términos políticos sin una estructura de poder capaz de sustentarla, esta parece ser una verdad de perogrullo que cobra vigencia con el fallecimiento de Nestor Kirchner al que hay que reconocerle como aporte central a la política argentina de las últimas décadas una visión del poder (de como conquistarlo, mantenerlo e incrementarlo) en beneficio de los sectores populares.
No es una idea políticamente correcta en una sociedad en la que el mismo tipo que evade impuestos descaradamente, borracho de hipocresía habla todo el día en clave antipolitica, echándole la culpa de todos los males (preferentemente los suyos) a la política y detesta que se describan los pormenores de la construcción concreta de las estructuras de poder que se necesitan para alcanzar objetivos.
Después del turco Menem y de la Rúa, dos tipos que defraudaron al electorado que los votó, todo lo referente a la construcción de poder tenía un tufillo a "vengan que Alí Babá necesita 40 socios para su cueva".
Los peronistas nos hacemos cargo de haber subido al trencito que prometía ser feliz pero que finalmente nos llevó a los infiernos, aunque es notable que somos los únicos que lo hacemos, los demás parecen orinar agua bendita. Nada tememos más que repetir un pasado donde arriamos banderas. Esa responsabilidad -por acción u omisión, lo que no aceptamos es que desde sectores que acompañaron fervorosamente a la neoliberal-honestista Alianza del 99 digan que solo nosotros hemos sido funcionales a cualquier ideología (las vigas en tu ojo y la paja en el ajeno reloaed). Quien escribe estas lineas acepta la crítica de los más jóvenes, aunque hayan leido las noticias de lo que nos pasó en el diario de ayer, al resto no le reconozco beneficio de inventario.
Los peronistas nos hacemos cargo de haber subido al trencito que prometía ser feliz pero que finalmente nos llevó a los infiernos, aunque es notable que somos los únicos que lo hacemos, los demás parecen orinar agua bendita. Nada tememos más que repetir un pasado donde arriamos banderas. Esa responsabilidad -por acción u omisión, lo que no aceptamos es que desde sectores que acompañaron fervorosamente a la neoliberal-honestista Alianza del 99 digan que solo nosotros hemos sido funcionales a cualquier ideología (las vigas en tu ojo y la paja en el ajeno reloaed). Quien escribe estas lineas acepta la crítica de los más jóvenes, aunque hayan leido las noticias de lo que nos pasó en el diario de ayer, al resto no le reconozco beneficio de inventario.
No es tiempo este de descartar la parte de verdad que siempre tienen las críticas, por que eso sirve de disparador de la reflexión que puede mejorarnos.
Es un peronismo de izquierda, de una "zurda" real, posible que logra que a su izquierda esté solo la pared (lo mismo ocurre hacia la diestra).
Esa característica hace que para el afuera, y no explicado o peor aún mal explicado, el peronismo quede reducido a una maquina de capturar poder. Sin embargo el "para que" nos importa y es materia de debate constante.
Para más de un lector apresurado de Perón, el pragmatismo que rebelaba a la hora de elegir las soluciones a los problemas que aquejan a la sociedad sin pasar por uno de los cedazos ideológicos políticamente correctos para las sociedades centrales servía para ser funcional a cualquier ideología, un "vaso vacío" al que otro llena de líquido. De ahí viene la condena a la construcción y a la acumulación de poder peronista por parte de este razonamiento sesgado.
El kirchnerismo representa una singularidad predicada en lo teórico por un cúmulo de pensadores nacionales antes de que Nestor Kichner se lanzara a la presidencia pero que había tenido oportunidad de darse en la práctica.
Dos discípulos de Perón: Nestor Kirchner y CFK demostraron en los hechos que izquierda y peronismo podían marchar juntos y dentro de las estructuras peronistas. Ambos presidentes corrieron el fiel de la balanza lo más que se pudo en terminos reales hacia ese punto y crearon un piso mínimo de objetivos a alcanzar en el largo plazo -una "idea de pais"- que es en términos reales el programa que sueña una buena parte de la izquierda lúcida argenta.
Sobreviene después del 25 de mayo de 2003 una época de engorde. Después de años de paciente siembra empiezan a recogerse las primeras cosechas. Adherentes, jóvenes y no tanto, se rotulan "kirchneristas" y pueden ser la renovación de los cuadros de izquierda peronista que en gran medida se habían alejado de la militancia, dejando un espacio vacio y no cualquier lugar, uno con posibilidades reales de ser poder, por que el ogro "fagocitador" de la progresía es también el ámbito donde se procesan las contaradicciones de la sociedad argentina. Ese es el objetivo final: llegar y ser poder para cambiar la fisonomía de su pais, al menos es lo que se desprende de hacer un repaso a vuelo de pájaro de la biografía de los refundadores del ala izquierda del peronismo.
Nestor y Cristina fueron peronistas de izquierda en los setenta, fueron y representaron al peronismo de izquierda durante toda la primer década del siglo XXI, y lo fueron porque no creyeron esos cuentos de que las estructuras estaban viciadas y que el peronismo de derecha te fagocita. Nunca creyeron que jugarla de afuera ayudaba a los aliados de adentro, ¿para que tomar el puesto de ayudante de campo cuando uno puede llegar a ser mariscal?. No se apresuraron, fueron rebeldes, desprejuiciados, tiempo al tiempo. ¿Habrán pensado que hasta era injusto que soldados bisoños pretendieran recién llegados quedarse con todo?. Se metieron, no jugaron por fuera, se embarraron, no la jugaron a ser los inmaculados, se quedaron, y treinta años después gobernaron la Argentina durante -al menos hasta hoy- dos periodos con una agenda de peronismo de izquierda y demostraron que peronismo e izquierda podían marchar juntos y que nadie fagocita a nadie, en todo caso el peronismo integra.
Nestor y Cristina fueron peronistas de izquierda en los setenta, fueron y representaron al peronismo de izquierda durante toda la primer década del siglo XXI, y lo fueron porque no creyeron esos cuentos de que las estructuras estaban viciadas y que el peronismo de derecha te fagocita. Nunca creyeron que jugarla de afuera ayudaba a los aliados de adentro, ¿para que tomar el puesto de ayudante de campo cuando uno puede llegar a ser mariscal?. No se apresuraron, fueron rebeldes, desprejuiciados, tiempo al tiempo. ¿Habrán pensado que hasta era injusto que soldados bisoños pretendieran recién llegados quedarse con todo?. Se metieron, no jugaron por fuera, se embarraron, no la jugaron a ser los inmaculados, se quedaron, y treinta años después gobernaron la Argentina durante -al menos hasta hoy- dos periodos con una agenda de peronismo de izquierda y demostraron que peronismo e izquierda podían marchar juntos y que nadie fagocita a nadie, en todo caso el peronismo integra.
Falta a los que se incorporan nutrirse de templanza y comprender que se puede convivir con otras vertientes . A su turno -si no fueron ungidos con el oleo sagrado de Samuel- tendrán que dejarse conducir por el antagonista interno (con autonomía critica, claro), así como esos contrarios deberán dejarse conducir por ellos llegado el caso. "El que gana gobierna y el que pierde acompaña" y "tragar sapos" se convierten así en axiomas que ayudan a que los objetivos se cumplan. atentos a que vivimos en una sociedad periférica donde el número cuenta para torcer la relación de fuerzas con un enemigo que cuando nos encuentra separados nos expolia y humilla, no otra cosa es lo que hicieron Nestor y Cristina en su largo peregrinar hasta llegar a Olivos .
El sistema político argentino se conmueve otra vez cuando ve renacer una izquierda dentro mismo del policlasista y amplio peronismo. Este espacio, si bien nunca se había ido, visto desde fuera parecía dormido aunque resistía como red de solidaridad de militantes y cuadros y ganaba experiencia. Bienvenida esta voluntad de recrear el brazo izquierdo de Perón y Salud !!! a las compañeras y compañeros que se suman otra vez a la lucha a través del kirchnerismo.
El sistema político argentino se conmueve otra vez cuando ve renacer una izquierda dentro mismo del policlasista y amplio peronismo. Este espacio, si bien nunca se había ido, visto desde fuera parecía dormido aunque resistía como red de solidaridad de militantes y cuadros y ganaba experiencia. Bienvenida esta voluntad de recrear el brazo izquierdo de Perón y Salud !!! a las compañeras y compañeros que se suman otra vez a la lucha a través del kirchnerismo.
Omar Bojos
Pd- a las compañeras y compañeros a los que les cuesta asumirse como peronistas, les digo que comprendo sus razones y que los viejos peronistas no hacemos cuestión de rótulos, Aunque para muchos de nosotros el kirchnerismo es el "avatar" con el que se presenta en la actualidad el movimiento nacional que desde el 17 de octubre de 1945 se encarnó en el peronismo. Si se sienten cómodos designándose a si mismos kirchneristas, metanle nomás, lo importante es lo que lleven en el corazón.
2 comentarios:
Omar
Muy bueno. Me gustó la PD dirigida a los kirchneristas que todavía no se aceptan (¿aceptamos?) peronistas.
Sobre eso escribimos hace un tiempo:
http://mesadeautoayudak.blogspot.com/2011/07/salir-del-placard.html
Saludos,
r.
Muy acertada la PD Omar. Suscribo.
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