Al revés que con lo que se predica de la legalización de algunas drogas, el juego legalizado aumenta la cantidad de ludopatas. No hace falta mostrar ninguna encuesta (yo no tengo para pagarlas y seguro que los zares del juego si, asi que seguro que las cifras me desmienten)
Si le preguntamos a un jugador patológico el motivo por el que juega, por lo que le mueve a jugar, encontraremos una respuesta invariable: “por dinero, para ganar dinero”.
Esta explicación que ofrece el jugador problemático, y que claramente equipara la conducta de juego con un negocio, pude expresarse de diversas formas:“juego como forma de recuperar lo que he perdido” (que es lo mismo que decir que juego para ganar dinero), “juego para ver si me saco un extra”, “juego porque a veces he ganado y llego mas desahogado a final de mes”,” juego porque necesito el dinero para pagar deudas”, etc...El jugador patológico, funciona con este autoengaño, y para sostenerlo hace las cuentas de forma conveniente con su forma de explicar y explicarse. Si realmente se tratara de una actividad económica, de un negocio, el jugador haría las cuentas de forma coherente con esta idea, es decir, calcularía a final de un periodo de tiempo mas o menos representativo, es decir, un mes, seis meses o un año, las ganancias y le restaría los gastos y las pérdidas, como con cualquier otro negocio. Y así conocería exactamente el rendimiento económico de su actividad, los beneficios. Pero el jugador con problemas no hace esto, sino al contrario, no calcula nunca sus ganancias o sus pérdidas, aunque bien es cierto, que independientemente de esto, tiene bien claro que jugando pierde dinero.
http://juegopatologico.blogspot.com.ar/
Y adonde va a parar ese dinero?
Si, de enero a enero la plata es del banquero. A unos pocos bolsillos. Es un embudo en el que en la parte mas fina se ha colocado una casilla de peaje,
Estamos jugando con fuego y en el mismo lodo todos embarrados. Es momento de empezar a decir que no.
Los nombres de hombres y mujeres del primer escalón de la política nacional y provincial se mezclan con aquellos nombres que son los zares del juego inexplicablemente legalizado (Boldt de los tabanelli, Angelici, Cristobal Lopez, Mautone, Codere de Martínez SamPedro, etc) y también con aquellos que llevan adelante el juego clandestino (clic aqui).
Es vergonzoso notar que ni siquiera se molestan en ocultar a que intereses responden las primeras figuras del elenco estable político nacional sin distinción de fronteras. Con lo que costó hacer que algúna parte de la sociedad vuelva a creer en algun político y en la política.
Cuando reveo la película de Pontecorvo ("la batalla de Argel) me llama siempre la atención que una de las acciones principales en el primer momento del movimiento insurreccional consistía en conminar a los argelinos habitantes de Casbah, a dejar todo “vicio” traído por los franceses, conminaban a no fumar opio, no prostituirse, no beber alcohol. ¿Tendremos que empezar por ahi?
El argelino Rachid Taha nos canta en lengua del invasor "escuchame camarada"
2 comentarios:
Ya otros empezaron a hablar, a predicar al respecto. Esto es como lo de los carapintadas respecto al generalato, ellos tuvieron poco o nada que ver y se comieron los garrones.
Quien dijo esto?: “A lo largo de los años, el Partido Justicialista ha convertido a Buenos Aires en una gran sala de juego”; “El pedido de informes no resuelve el problema y se queda a mitad de camino. Es necesario que reveamos todas las concesiones y que pensemos en dejar de renovar los contratos”
Es simple; cuando pierden siguen "para recuperar lo perdido".
Y cuando ganan; "la mano viene bien así que sigo".
Me decía un jugador:
-"Esta, te lo aseguro, es la peor de las drogas".
Una barbaridad que no se haga algo fuerte al respecto para reglamentar esta barbaridad del juego. Ponerle límites.
Pero ahí están los casino y salas de juego; repletos. Y con los cajeros para sacar más guita aún, activados!
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