sábado, 1 de septiembre de 2012

Que los militares presos estudien es nunca menos


"UBA XXII es el lugar donde se ejerce el derecho a estudiar. Donde los alumnos de cada unidad penitenciaria tienen derechos y obligaciones. Es uno de los caminos por los cuales los internos se mantienen en contacto con la sociedad." 


Al respecto leemos
Siempre pensé que una de las mejores cosas que había hecho en la vida, había sido crear condiciones propicias para que ese programa de UBA XXII fuese posible.

Al volver a la Argentina, en 1985, fui profesor del CBC de la UBA. Un día la coordinadora me mandó a la cárcel de Devoto para ver que querían tres presos comunes que se habían matriculado en el CBC. Yo me mandé para allá acompañado apenas de mis fantasmas (había estado preso en Devoto casi un año, entre 1971-1972). En Devoto me enteré de que los tres internos matriculados querían ser trasladados todos los días a la universidad, con la evidente intención de huir por el camino. Les dije que eso dependía del juez —que por cierto no los iba a dejar salir para estudiar— pero que lo que yo podía hacer era darles clases todas las semanas durante el primer semestre de las dos primeras materias (Introducción al Conocimiento Científico e Introducción al Conocimiento de la Sociedad y el Estado). Les comenté que haríamos eso bajo cuerda; si esperabamos una aprobación formal de la UBA la cosa podría demorar mucho o no ocurrir nunca. La apuesta era crear un hecho consumado (el derecho adquirido de los internos a seguir estudiando, por causa de haber aprobado dos materias) que obligara a la UBA a aceptar la idea. Y así fue. Les dí clases durante un semestre por mi cuenta y sacrificio (viajaba en colectivo desde Avellaneda a Devoto). Al final del semestre les tomé examen, aprobaron, y después otros dos profesores firmaron el acta de examen de forma solidaria (e ilegal, ya que el reglamento exige que en la mesa de exámenes haya tres profesores presentes, y no uno, como fue el caso).

Como esperaba, la cosa funcionó. Después de ese semestre, aunque a regañadientes de muchos, la UBA decidió aceptar la propuesta. Quedó claro para mí que sólo podría haberse logrado de esa manera, ya que varias autoridades manifestaron una clara reticencia a embarcarse en esa “aventura”. En la época del rector Shuberoff, el decano de derecho argumentaba que no era posible que asesinos como Schoklender se recibiesen de abogados, y el propio rector decía que él no firmaría el diploma de un criminal. Y hubo también profesores que se sintieron “engañados” y salieron corriendo de UBA XXII cuando descubrieron que se habían enamorado de la inteligencia de dos internos que, a pesar de estar como presos comunes, habían sido informantes de los servicios de inteligencia de la dictadura...

...
Como dije antes, siempre pensé que mi participación en ese programa me llevaría al cielo de los justos. Gracias a UBA XXII las prisiones federales de Argentina fueron un ejemplo a seguir en todo el mundo.
Estaba equivocado.
No había pensado en el caos inherente a los asuntos humanos, que pudo transformar mi intervención de 1985 a favor de los derechos humanos en las cárceles en algo que sirvió indirectamente para que llegase a existir, casi tres décadas después, la agrupación de presos kirchneristas Vatayón (que según afirman sus integrantes se escribe con V de Victoria y de Verga). Y en algún sentido también sirvió para que la UBA manchase su historia a favor de los derechos humanos con la exclusión de esos militares del CBC.





Podemos discutir esto, sin olvidar que la discusión principal es la injusta, injustisima distribución de la renta en la Republica Plutocrática Argentina. 
Si, podemos.
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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada que ver ¿ o si?. Pero esta lindo.

http://4.bp.blogspot.com/-Q6HVOjMeqYs/UDzl8ttT2PI/AAAAAAAAGrI/VLcN6Fx8LNE/s1600/HUmor%2Bkash2.jpg

Anónimo dijo...

A Omix le interesa la distribución de la renta, hasta que cree ver un zurdo a su lado...ahí quisiera que vuelva la triple A y empieza a protestar por el derecho a la propiedad

OMIX dijo...

Triple cuanto?, de jamón y queso o es una vacuna?
Ni idea tengo que fueron montoneros o triple, pero si a diario viajo en el sarmineto y veo chicos, viejos, familias durmiendo en las veredas.

Anónimo dijo...

Me parece que este Leis está fantaseando. Yo fuí quien hice ingresar a principios del 85 al primer preso de la Argentina al CBC de la UBA, quien empezó derecho y luego cambió de carrera. Era un interno de Devoto. Chequealo con la lic. Laferriere, militante del radicalismo y te vas a llevar una gran sorpresa.
Ya posteriormente, cuando me recibí de boga di clases de la materia derecho administrativo a Canevaro (milico estaba condenado por el caso del soldado Carrasco),y a Puccio padre (tipo muy inteligente)y el sistema estaba totalmente consolidado. Si así cuenta todo este Leis, es un versero de primera. No compres humo Omix