"Los sueños de los politólogos engendran monstruos"

Fines de agosto de 2014.
Plena veda electoral santiagueña en la cena de anoche de Mirtha pasan publiciddad oficial de Claudia Ledesma de Zamora, recurrencia al nacionalismo para juntar masa crítica, inflación que te come el salario, bonos patrióticos, plan primavera, crawling peg pero de devaluaciones machazas... Actitudes, rumores que nos recuerdan a 1975, 1988, que jodido es ser mayor y tener tanto vivido, la vida es un continuo déjà vu.

Como ya se dijo, para que el cristinismo continúe existiendo (política, no culturalmente) después de 2015, es vital que la Batalla Cultural “no decaiga”. Ante el final, agotada la gestión como vector de acumulación (central en el primer kirchnerismo), con sus alianzas sociales y políticas reemplazadas por la vanguardia no iluminada, al oficialismo sólo le queda la construcción de una némesis que justifique la prolongación de su existencia.

Si se lo analiza desde esta perspectiva, no es tan paradójico que el corolario de la Revolución sea colocarle la banda presidencial a Mauricio Macri. La empatía existente entre las militancias macristas y cristinistas “puras”, autoproclamadas portadoras de un “dogma” ideológico, se entiende en la recuperación arqueológica del “cuanto peor mejor”, de la lucha entre “auténticos, y no fotocopias”. El pueblo, sujeto inerte de esta experimentación política, entendería finalmente, ante un neoliberal en serio, y con la pérdida de todas las conquistas, lo injusto que fue con la tercera gestión del kirchnerismo. Y volvería, arrepentido, a pedir el retorno de su conductora...

Pablo Touzon en http://panamarevista.wordpress.com/2014/08/27/en-el-pais-del-espejo/

Scioli lanza ayer su precandidatura en un mar de escepticismo acerca de sus posibiliddades de llegar. Recuerda al Duhalde de 1999, huele a calas en términos electorales. Un candidato oficialista no llegaría, predicen, los hunde el peso del collar de sandías que es su alineamiento al gobierno nacional y no hay diferenciación creible que evite ser arrastrado al fondo del rio. Se cumple la primer fase del sueño torcuato-ditelliano, la segunda es que el peronismo se reagrupe alrededor de una CFK que en lo discursivo se coloque, ya libre de las necesidades de la gestión, a la izquierda de su propia gestión y vuelva votorioso y progresista en 2019 (o antes).

Pero ahi Touzón vuelca el Ice Bucket sobre los sueños de los polítolos. El daño colateral que no se tiene ne cuenta en los pensamientos lineales y desconocedores de la política real.

Es probable entonces que en el caso hipotético de un Mauricio Macri presidente, esta fuerza, sumada al escenario de llegada de este sector político al poder (default, inflación creciente, recesión), reoriente todo el espectro hacia la “centroderecha”. Fenómeno que ya está sucediendo con la mayoría de los candidatos expectantes. Pensar que un peronismo derrotado por el macrismo simplemente se dedique a profundizar en los motivos de su derrota es en cierto modo hasta cándido.

Que los peronismos pierdan frente a Macri, solo va a llevarnos a la mimesis de la derecha.

Sergio Massa es garantía de continuidad de lo mejor del kirchcnerismo aunque signifique la despedida sin honores de lo peor de esa fuerza y la jubilación anticipada de muchos kirchneristas.