lunes, 1 de septiembre de 2014

La bendita re-acción

Si un atentado como el 11S hace héroes a los cuerpos de bomberos y rescatistas a los ojos de la comunidad que los prohija, tiene también la capacidad de convertir en cenizas la fama de buen gestor de mas de un político, que sería el efecto menos importante de todos.

El amigo Manolo Barge suele decir que 
Las víctimas de los terremotos, igual que la de la mayoría de los desastres naturales, no lo son por estos últimos; sino por la consecuente desorganización.
Colapsan los hospitales y la seguridad, los servicios de agua potable y de energía no existen, el abastecimiento de medicamentos y alimentos se convierte en imposible por la destrucción de la infraestructura física.
Se desatan cuadros dantescos como los de New Orleans en el Superdome; asesinatos, violaciones, rapiña,…
Para evitarlo; la Especie Humana creo, como Producto Cultural, al Estado.
Que es mucho más que el Soberano de Hobbes, o las Instituciones de los Constitucionalistas.Es la Voluntad de pertenecer, que genera el automatismo de la Cooperación.
Esos aplausos en la Playa, cuando se encuentra a un niño perdido; no hay ganancia o beneficio, solo la esperanza de que en una situación similar exista la retribución.
http://deshonestidadintelectual.blogspot.com.ar/2010/01/haiti-el-no-estado-y-la-emergencia.html
Así como puede marcar diferencias entre países suele marcar la diferencia el interior de cada uno, entre regiones, entre barrios de distintas conformación económica. 

El poder reaccionar ante ellos de la manera mas organizada y eficiente posible y sin que la solidaridad aporte mas daño que el que causó el desastre es uno de los temas que que debe estar en las agendas de los principales candidatos y fuerzas que disputaran  el año que viene. Aquí tampoco vale el "que no me toque" y menos aún el "yo no provoqué esta catástrofe".

Leamos la crónica de uno de ellos y sentémonos a reflexionar.

ARDIÓ LA POBREZA

El incendio de Valparaíso mató a 15 personas, devoró 2.900 viviendas, y dejó en la calle a 12.500 porteños. Detrás de estas cifras, lo que el fuego desnudó es el rostro de un país desigual que emerge ante cada catástrofe. Patrimonio de la Humanidad, joya del Pacífico, la ciudad se convirtió en un gran campamento para alojar a los pobres de los cerros. Álvaro Bisama, escritor y cronista chileno, nacido en Valparaíso, volvió a la ciudad de su infancia para trazar una cartografía de la tragedia. 
Llegó la noche.Los cerros ardieron.El fuego arrasó los cerros Mariposa, La Cruz, El Litre, Las Cañas, El Pajonal, Las Ramaditas.La ciudad se volvió un infierno. La Armada tomó el control, decretó ley marcial y cerró los locales nocturnos. El domingo, Bachelet y su Ministro de Interior viajaron a Valpo.El domingo, durante el día, el fuego empezó a calmarse pero dejó a la vista las imágenes de destrucción. La ciudad había sido bombardeada.

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