domingo, 28 de septiembre de 2014

Lectura dominguera recomendada

Ya todos hablan en clave renovadora, lo demuestra esta nota del diario Sprezzapria que publica en El Dia de la ciudad de La Plata.

Leamos apenas unos párrafitos.
“Hace rato que venimos aguantando y no despedimos empleados, pero ya nos están apretando los zapatos”, dijo por lo bajo el CEO de una de las principales compañías que operan en el país. El propio Gobierno admitió que antes de la aplicación del plan Procreauto, las automotrices habían suspendido unos 14.000 obreros, aunque destacó que el programa logró reducir en un 50% el parate de esa rama clave de la industria. Claro que los números de las empresas no son los mismos. 
La sanción de la Ley de Abastecimiento no colabora... De allí que entre los hombres de negocios ya existe una resignación generalizada que los lleva a diseñar sus estrategias para después de 2015. La Presidenta pierde así el apoyo de un sector clave para sostener la economía real. 
A su vez, los principales referentes de la oposición buscan mostrarse como la contracara del kirchnerismo, a tal punto que utilizan discursos prácticamente calcados. 
Las similitudes entre el FR y el PRO no parecen casuales. 
Es que el massismo y el macrismo competirían por el favor de un electorado que en muchos casos puede ser el mismo. Por ejemplo, en la provincia de Salta el FR consiguió unificar a Juan Carlos Romero y Alfredo Olmedo, dos dirigentes que habían coqueteado en su momento con el PRO. En la vereda de enfrente, el gobernador Juan Manuel Urtubey mantiene su posicionamiento en el Frente para la Victoria, mientras aguarda que se arme una “fórmula bien peronista” de cara al 2015. 
El deseo de Urtubey -que aspira a la reelección en la provincia norteña- es idéntico al de otros gobernadores justicialistas, sobre todo a los que se reunieron en La Plata con Daniel Scioli. Es decir, que la representación del oficialismo en la carrera presidencial tenga más impronta peronista en el sentido clásico y menos retórica kirchnerista. En palabras del propio mandatario bonaerense: “El año que viene no se votará kirchnerismo o antikirchnerismo”, dijo Scioli en las últimas horas. 
Los gobernadores justicialistas hablan menos de lo que quisieran, porque cada vez que lo hacen se ven obligados a admitir que les preocupa la inflación o que la Casa Rosada no desarrolla políticas necesarias. Por eso, el salteño Urtubey lanzó un abierto desafío al ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, para que avance en la instrumentación del “voto electrónico”, a sabiendas de que el oriundo de Chivilcoy lo impulsó en la Provincia y que luego el kirchnerismo lo frenó. 
“Tenemos que hacernos cargo de que no sólo el discurso debe parecer progresista”, advirtió el gobernador de Salta, que al igual que Kicillof tiene 43 años. Ambos forman parte de una generación que ya está en puestos de gobierno y que está llamada a ser el recambio de la dirigencia argentina. Tanto en el oficialismo como en la oposición, hay cada vez más referentes que no se formaron en los turbulentos años ´70, sino en la democracia parida con sangre tras aquella tragedia nacional. 
Y si bien no es realista suponer que el sistema de partidos funcione siempre bajo un paragüas de consenso, es cada vez más necesario que deje de primar la perniciosa lógica del “nosotros o ellos”.
Mariano Sprezzapria
http://www.eldia.com/edis/20140928/Entre-confrontacion-recambio-politico-opinion3.htm
Cuando imponés agenda y el significado de algunas palabras clave vas mostrando no solo vocación sino aptitudes para alcanzar la posición de hegemón.

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