Relatores del presente

En los 90 vi a jóvenes de clase media para arriba irse a Miami o Cuba con dos luquitas, siempre supe que con eso no llegaban ni a Gualeguaychu, que el viajecito salía mucho, pero mucho, mas. La diferencia  la cubría el pais, darwinianamente, entre todos mis paisanos los mas débiles en la escala económica. Esa bonanza fingida la volví a ver entre jóvenes viajeros que en el caribe se encontraban con pares  serbios, croatas, hungaros, etc que viajaban por el mundo por dos mangos, como ellos. Mirá como está Europa ahora, sino pagando la fiesta de la igualación de las asimetrías, pero a ellos les queda la Unión Europea para las próximas centurias. 

Alguien debe pagar las fiestas, alguien las paga finalmente. Son pura ficción, no es el estilo habitual de vida al que llega a alcanzar una sociedad. Es el traje de novia, vestida un día de ensueño, disfraz de princesita con zapatitos de cristal. Un tiremos la casa por la ventana que vida hay una sola que ineludiblemente se paga.

Ojalá que en el futuro no perdamos oportunidades como esta que ya pasó y recordemos, mientras bailamos el vals, que al otro día hay que laburar mas para levantar la hipoteca que nos queda.

El problema que veo está en el animo del gobierno de patear la mesa de la reestructuración de deuda, si le sale bien (ojo que escribo "si le sale bien") habrá que empezar de nuevo, se perderá lo pagado y seguramente deberemos mas, mucho mas. Se habrán encargado de cumplir la profecía de que los otros son  "entreguistas" y que solo vienen a recortar los múltiples logros del modelo. A la fuerza serán mejores porque los que vienen no podrán demostrar al haberles agotado de antemano todo margen de maniobra.

Ni el turco Menem, se animó a tanto en su sueño húmedo por regresar. Pero yo viví varias de estas calamidades, aquí el compendio de relatos de generaciones con menos de esa "experiencia mezquina, diplomada en una esquina molestando a las que pasan" y que forman parte de una legión de jovenes que constituyen la esperanza de continuidad del movimiento nacional y popular, aunque ellos no lo sepan o asuman.

TODO DEFAULT SE DESVANECE EN EL AIRE

Por Alejandro Sehtman :: @sehtman           

Los que ahora quieren la suya. Los que vienen por todo. Los que compraron barato para vender caro (llamarlos buitres es llamarnos carroña) nos plantean la pregunta que hace eco en nuestros días peores: ¿quién va a garpar todo esto?

Por Martín Rodríguez :: @Tintalimon

. El sueño de la virtud republicana es la transición ordenada. Todos lo sueñan. Casi todos. Kicillof dio un largo discurso desde el consulado argentino en Nueva York. ¿Default o no default? El primero lo dijimos a sala llena, de locales, en el Congreso de la Nación. Doce años después, el segundo, no lo decimos, y ocurre de visitante. Cada default es un mundo.

Por Bruno Bauer :: @bauerbrun           

 El 29 de diciembre de 2001 el presidente Adolfo Rodríguez Saa declaró el cese del pago de la deuda externa.

Durante diez años gritamos ese gol con la mano del capitalismo argentino. Pero se acaba, se está acabando. Será un choque en cámara lenta, no dolerá tanto, por suerte. Otros cumplirán 22 años y pedirán un nuevo imperio de lo real, un imperio de realismo político y capitalismo de verdad. Y también será un relato. Suerte con eso, mi revolución ha terminado.

Por Tomas Borovinsky :: @borovinsky

 “Parece ser una ley sociológica de la evolución transformista argentina que cada década, año más o menos, tenga lugar una crisis o una explosión”, dice Lucio V. Mansilla en su ensayo sobre Don Juan Manuel de Rosas.

Fin del proyecto político, principio del modelo económico. Momento teológico, menemismo y kirchnerismo repiten la fórmula: el dogma retórico como final del camino del inicial pragmatismo ¿Mala praxis o mala leche? “Demasiado pronto para opinar”, diría Zhou Enlai.

Por Pablo Touzon :: @PabloTouzon

Cada Era de la Argentina tiene el default que se merece, y que se le parece.

Este default de hoy, invernal, leguleyo, de quebranto de empresa familiar mal gestionada, nos encuentra solos de metáfora y de épica. Solo se representa a sí mismo, y con un olor a “provincianismo” intenso. Se lo sospecha evitable, gratuito. de relatarse encima. También, por supuesto, es menos grave, no hay muertos, heridos, balas de goma. Hay gobierno. Y estamos todos mas de vuelta. Un default de cabotaje. Y eso puede no ser tan malo.

Por Ana Natalucci :: @ana_natalucci

Si entramos en default ¿qué pasaría con el relato sobre la deuda? No lo sé, pero tal vez un indicativo sean los afiches recientemente difundidos que intentan reinventar la dicotomía Braden o Perón bajo la forma Griesa o Cristina. La activación de una memoria larga vinculada a la defensa de la soberanía no goza de mucha credibilidad después del acuerdo con el Club de París. Como tampoco lo es poner al país como el paladín de la lucha contra el sistema financiero. Tal vez sería más creíble la reactualización de una memoria de corto plazo, a ese 2005 donde en nombre del futuro de las próximas generaciones se realizó la quita, este significaría un intento por acordar que los procesos de endeudamiento feroz estan agotados.

Por Agustín Cosovschi :: @cosovschi

Los diarios no informaban el minuto a minuto, así que tuve que leerlo en la cuenta de los corresponsales en NY. Habíamos entrado en default de nuevo, los buitres no habían aceptado la oferta. Los bancos argentinos, la Bolsa y los eurobonistas habían presionado en vano. Pollack nos mandaba al default inminente.

Pensé en volver a ser marxista.

Por Luca Sartorio :: @LucaSartorio

Quizás técnico, quizás efímero, pero para mi generación este es su primer default. Del anterior, pocos recuerdos nos quedan. Educados en la posconvertibilidad, adolecimos junto a las tasas chinas. Nos criamos con algo de orden y algo de progreso. Para nosotros las cosas nunca estuvieron tan mal. Por eso, porque siempre todo estuvo bien, Lanata nos es (nos era) sólo una memoria distante. Como el Racing de Mostaza Merlo. Ese que fue campeón durante la micropresidencia del Adolfo. Eso recuerdo. No mucho más.

Hace rato que una generación que no vivió un default puede votar. 2001 no fue nuestra historia.

http://panamarevista.wordpress.com/2014/07/31/todo-default-se-desvanece-en-el-aire/

 Estos pibes y pibas (y los no tanto)  hablan sabiamente.