viernes, 21 de agosto de 2015

Rostro Bolivia, estaño y soledad

"Quieren frustrar los procesos de desarrollo industrial 
que alcanzaron los países latinoamericanos 
en democracia, que algunos llaman populistas".
CFK en cadena por urgencia en comunicar temas varios

Que en la era de la política pop la verdadera política se haya convertido en un cambalache es una cosa, que baste con comunicar la biografía no política de los políticos como un culebrón para ganar yy no meterse a mostrar el catalogo de soluciones que propongan llevar a cabo los candidatos vaya y pase, pero que se siga afirmando que Massa no muestra sus propuestas es ofensivo.

Ni que nos caguemos Macri y Scioli van a dejar de lado sus vulgatas con las que le va de regular para bien. Son cómplices de ese proceder los medios y también la academia, basta revisar comentarios tuiteros de académicos diciendo "No conozco la propuesta de Massa" para darse cuenta que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver. No se discute si su propuesta  es demencial o "facha" sino que se la desconoce olímpicamente y eso no va a cambiar, muchos eligieron ser intelectuales orgánicos y eso los lleva a violentar antiguas convicciones.

La política, mientras tanto, va mutando a pasos acelerados. Las inundaciones pasaron y ha quedado muy poco en el recuerdo, la novedad hoy es un caso similar al de Mariano Ferreyra. 

Mientras se tiran unos a otros el cadáver del chico jujeño asesinado, y yo espero que no termine siendo presentado como un ajuste de cuentas entre banditas narco o algo por el estilo, hay quienes la colocan en el angulo. Lucas Carrasco escribe sobre LatinoAmerica, la corrupción y la desigualdad. Con su lectura los dejo:
Scioli, que promete continuidad con cambios y Macri, que ahora “adhiere 100% a las banderas del justicialismo” seguramente siguen de cerca, por sus vinculaciones empresariales, lo que sucede en Brasil. Cristina, probablemente, siga, además, la crisis griega, porque es ahí donde le gustaría situarse ideológicamente. 

Menos se sabe sobre Ecuador, donde Correa lanzó un ajuste feroz a pedido del FMI tras la baja del precio internacional del petróleo, que le valió movilizaciones de sus bases sociales campesinas, obreras e indígenas. Reprimió la marcha. A la par que avanzó con intentos de censura. En Bolivia, aunque con menor intensidad aún pero mayor relación con el FMI, se da un panorama similar al ecuatoriano y al brasilero, en cuanto a la corrupción, sobre todo en la vinculada al área de energía.
De Chile se analiza poco el aspecto económico de la impopularidad del centroizquierda. No es solo la corrupción y el nepotismo. Sino que el prometido giro populista de Bachelet en este regreso, quedó en un veremos impotente. 
La corrupción, tema central en Brasil y Chile y Venezuela y Ecuador y Bolivia, es la manera recortada en que las corporaciones comunicacionales captan el malhumor popular debido al giro a la derecha en economía. En Argentina, también.
Esto no quiere decir que la corrupción no importe a los más humildes, al contrario. Quiere decir que la visualizan como la raíz de la desigualdad social. 
Lo mismo cree el Papa Francisco, que convocó a hacer lío. Y lo está logrando.



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