Decíamos hace un tiempo que tanto la reconquista de los fondos incautados a la sociedad por las aefejotapés asi como la ley anti extorsión de gobiernos por parte de los grandes multimedios sucedieron en un punto muerto de las operaciones de poder, ni la reacción (aunque no afirmaría que son tan reaccionarios como creemos) puede avanzar, es decir hacer retroceder a las fuerzas populares, ni estas -las fuerzas populares- pueden avanzar en términos de satisfacer las expectativas que se han creado en los sectores populares y dentro de estos y en los sectores más postergados.
La necesidad del triunfo avasallante en octubre no es una opción es una obligación. Siendo la aplastante victoria electoral la única legitimidad que puede mostrar un gobierno popular para fundamentar el avanzar al ritmo que exige la esperanza que en el depositan los desplazados del campo, los humildes que pueblan las villas de emergencia que rodean las conurbaciones de las ciudades cuasi-europeas de Argentina, los habitantes de las barriadas pobres con que nos topamos en toda la geografía nacional, los millones de hermanos de la patria grande que huyen de siglos de postergación hacia nuestro suelo generoso que los cobija y contiene, los jóvenes que no encuentran su primer trabajo a pesar que la economía -y las ganancias empresarias- crecen a tasas chinas.
Roto el punto muerto en las operaciones de poder, producto del desequilibrio producido por la derrota de los proyectos de poder de una pusilánime clase política "menesterosa de apoyo mediático", los sueños podrán empezar a encarnarse ya sin otro escollo que no sea la falta de voluntad para echarlos a andar.
Pero a esa victoria no la producen los altos índices que registran las encuestas hechas por amigos, sino que son producto de una muñeca política y de la ingeniería que permita ser el "medio mundo" que atrape todo lo que se cruza en el camino y para eso hay que abandonar los anzuelos que se dirigen focalmente a una pieza por vez.
Verbigracia, en Bs. As. (las dos) tienen que ir la mayor cantidad posible de opciones a la interna abierta y también a la general de octubre. Para eso hay que dejar de lado los egoísmos de casta, las parcialidades, las opciones de hierro del tipo "ellos o yo, elegí", ni sectarios ni excluyentes, todos es todos y la mayor cantidad posible es eso.
La necesidad del triunfo avasallante en octubre no es una opción es una obligación. Siendo la aplastante victoria electoral la única legitimidad que puede mostrar un gobierno popular para fundamentar el avanzar al ritmo que exige la esperanza que en el depositan los desplazados del campo, los humildes que pueblan las villas de emergencia que rodean las conurbaciones de las ciudades cuasi-europeas de Argentina, los habitantes de las barriadas pobres con que nos topamos en toda la geografía nacional, los millones de hermanos de la patria grande que huyen de siglos de postergación hacia nuestro suelo generoso que los cobija y contiene, los jóvenes que no encuentran su primer trabajo a pesar que la economía -y las ganancias empresarias- crecen a tasas chinas.
Roto el punto muerto en las operaciones de poder, producto del desequilibrio producido por la derrota de los proyectos de poder de una pusilánime clase política "menesterosa de apoyo mediático", los sueños podrán empezar a encarnarse ya sin otro escollo que no sea la falta de voluntad para echarlos a andar.
Pero a esa victoria no la producen los altos índices que registran las encuestas hechas por amigos, sino que son producto de una muñeca política y de la ingeniería que permita ser el "medio mundo" que atrape todo lo que se cruza en el camino y para eso hay que abandonar los anzuelos que se dirigen focalmente a una pieza por vez.
Verbigracia, en Bs. As. (las dos) tienen que ir la mayor cantidad posible de opciones a la interna abierta y también a la general de octubre. Para eso hay que dejar de lado los egoísmos de casta, las parcialidades, las opciones de hierro del tipo "ellos o yo, elegí", ni sectarios ni excluyentes, todos es todos y la mayor cantidad posible es eso.
1 comentario:
Hago mías sus palabras "La necesidad del triunfo avasallante en octubre no es una opción es una obligación." y "(...)los sueños podrán empezar a encarnarse ya sin otro escollo que no sea la falta de voluntad para echarlos a andar."
La acumulación de una "masa crítica" es condición necesaria pero no suficiente ya que luego se requiere la voluntad "política". Opino que lo primero no es imposible ni lejano con trabajo, inteligencia y dedicación, aunque lograr lo segundo después de la táctica "medio mundera" tiene algunos riesgos, podríamos encontrarnos que en la ecuménica red quedaron convenientemente atrapados algunos peligrosos tiburones que atentarían contra la pureza doctrinaria pero... ni remedio, eso ya será harina de otro costal .
Saludos.
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