La UOM defiende a Vandor y rechaza la teoría de que fuera un "traidor"

Las palabras de Aníbal Fernández contra Hugo Moyano podrían causar malestar en las filas del gremio del actual titular de la CGT Antonio Caló. Desde la página de internet del sindicato se elogia a "El Lobo" por su cercanía a Perón

A pesar de las palabras del senador nacional Aníbal Fernández de considerar a Augusto Timoteo Vandor como "un traidor", no todos en el mundo sindical piensan de igual manera. Al menos no en la sede de la Unión Obrera Metalúrgica, una aliada incondicional del actual Gobierno y cuyo secretario general conduce la CGT enfrentada a Hugo Moyano, casualmente a quien el legislador cuestionó.

Bajo el mandato de Antonio Caló, la página institucional de la UOM reivindica y defiende a la figura de "El Lobo", a pesar de reconocer las múltiples críticas que se le hacían en la época desde el "entrismo" del PJ.

Esta novedosa "rama" del peronismo, según la UOM, no era otra que una tendencia nueva encarnada por "izquierdistas que contaban con los que desde políticas tradicionales del marxismo querían poner en práctica el llamado 'entrismo', o sea la infiltración en el peronismo -para ellos- de ‘la vanguardia esclarecida’ que los conduzca a la 'revolución'. (Pero) obviamente eran una minoría descalificada que no podía hacer pie en una fábrica", señala la reseña histórica oficial de los metalúrgicos.

Al referirse específicamente a las lealtades y traiciones dentro del movimiento peronista, la cúpula actual de la UOM de Caló señala que "muchas de estas opciones de la interna gremial eran relativas y el tiempo les dio la razón. Nadie era tan traidor ni tampoco era tan leal. Era una época muy embromada".

También cargan contra otra figura histórica del periodismo y la militancia montonera: Rodolfo Walsh. "El movimiento obrero es dinámico y las permanentes pujas de poder lo llevaron a favorecer distintas líneas. Así fue como apareció de la mano de las nuevas tendencias que hacían pie en la Iglesia Católica, grupos 'cristiano-marxistas' que imaginaban el libreto político a gremialistas como Raymundo Ongaro o Ricardo De Luca. Sus nombres: Rogelio 'Pajarito' García Lupo (ex candidato frustrado a diputado en el 46' por la Unión Cívica Nacionalista), Rodolfo Walsh con un breve paso por la Alianza Libertadora Nacionalista y hermano de uno de los pilotos que bombardeó la plaza de Mayo el 16 de junio de 1955 (con un saldo de más de 250 muertos). El objetivo era tratar de destruir al "Lobo" Vandor de cualquier manera".

El encono contra Walsh se entiende: fue el autor del libro "Quién mató a Rosendo", donde se responsabilizaba al pope metalúrgico por el asesinato de Rosendo García, dirigente de la filial Avellaneda de la UOM en 1966.

Sobre el final del "alegato" defensor del histórico cacique sindical, la UOM aclara: "Vandor había transitado por difíciles caminos pero jamás había traicionado a la base obrera de su gremio que era peronista y pese a que en su momento intentó hacer 'el peronismo sin Perón', terminó por entender que no tenía futuro lejos del líder. Y como buen entendedor fue y 'arregló' con Perón e inmediatamente lo mataron. ¿Qué significativo, no? Cuando supuestamente traicionaba a Perón nadie conseguía llegar a él y matarlo y cuando volvía al redil y se ponía al servicio del Líder fue cruelmente masacrado por un grupo, en donde lo que menos predominaba era el peronismo".

La historia siguiente se conoce: al asesinato de Vandor siguió el de José Ignacio Rucci, a quien los cánticos le advertían: "Rucci, traidor, saludos a Vandor". El uso de la palabra "traidor" en el gremialismo argentino fue repetido muchas veces, no siempre con finales felices.

Actualmente, Antonio Caló es jefe de la "Agrupación Augusto Timoteo Vandor" y concurre a cuanto homenaje se haga en su memoria.

El asesinato de "El Lobo"

Transcurría la dictadura de Juan Carlos Onganía en la Argentina y un crimen conmovía al movimiento obrero sobre el final de los 60: Augusto Timoteo Vandor fue acribillado de 5 balazos en su despacho de la Unión Obrera Metalúrgica. Su pecado: haber sido calificado como un "traidor" por una facción del peronismo.

Ese día visitaba a Onganía uno de los más importantes empresarios del mundo: Nelson Rockefeller.

Eran las 11:30 de la mañana del 30 de junio de 1969 y todo se desarrollaba con normalidad en la sede central de la UOM. Incluso, el jefe sindical, "El Lobo", hablaba por teléfono con uno de los históricos referentes del peronismo, Antonio Cafiero.

Sin embargo, siguiendo las crónicas de la época, la comunicación fue interrumpida por los insoportables ruidos que llegaban desde la planta baja del edificio ubicado en La Rioja al 1900. Minutos después, Vandor era asesinado.
"Operativo Judas" fue el nombre que eligieron los verdugos del líder sindicalista.