"Con banda o sin banda", el futuro en banda

Hace unas semanas, vía Horacio Verbitsky (click aqui), el kirchnerismo acusó recibo de escalada massista en Buenos Aires y su proyección nacional.

El fin de semana largo Fontevecchia (George) aprovechó para ponerle pimienta al guiso político y logró una pieza que logró llamar la atención de los analistas

Se podría comprender que el afecto que despierta Massa supere al de Cristina Kirchner por la caída de la Presidenta en los últimos meses, por la controversia que genera su figura y el desgaste que implica el ejercicio del poder. Pero, ¿cómo Massa podría superar a Scioli, que siempre lució impermeable a cualquier avatar?

Si se comprobara que Massa le puede ganar a Scioli en las urnas (en una eventual interna del PJ bonaerense 2013 donde Scioli apoye la lista de candidatos a legisladores del Frente para la Victoria con Alicia Kirchner y Massa oponga su lista), habría que deducir que gobernar también desgasta a Scioli y que, finalmente, paga un precio por la cercanía al kirchnerismo que sus simbólicos actos de separación no alcanzarían a neutralizar.

Si la caída de Scioli en la provincia de Buenos Aires arrastrara a la propia Cristina Kirchner, también la caída de ella a nivel nacional podría arrastrar a Scioli, sumado a que en los momentos buenos la ciudadanía vota siempre continuidad y en los malos (entramos en ese ciclo económico) los votantes piden cambios.

En una escala continuidad-cambio, la re-reelección de Cristina es el máximo de continuidad posible y Macri sería el máximo de cambio. Luego Scioli sería “continuidad con cambio”, como él mismo se definió esta última semana y, jugando con idénticas palabras, Massa sería “cambio con continuidad”. O sea, grados cada vez más alejados de la continuidad y Massa representando una amenaza tanto para Scioli como para Macri.

Lo mejor para Macri y para Scioli sería que 2013 no existiera y se pasara directamente a las elecciones presidenciales de 2015. La provincia de Buenos Aires decide la elección nacional y aporta la mayor cantidad de diputados que serán fundamentales para gobernar en 2015. Pero ni Macri ni Scioli tienen candidatos propios en la provincia de Buenos Aires para 2013. Sí los tiene el kirchnerismo con Alicia Kirchner y los tiene la liga de intendentes bonaerenses con Massa.

http://www.perfil.com/ediciones/2012/11/edicion_731/contenidos/noticia_0009.html

"Ruptura y continuidad" diagnosticaba Luciano Chiconi hace unos meses en el domingo de la vida. Era la traducción del confuso sentir del vecino y la vecina de a pie, y a esa visión parecen apuntar hoy (8N y 20N mediante) aquellos gurués que leen la realidad con el diario del lunes.

"El continuidad con cambio" de Scioli (en rigor: "con correcciones") carece de contenido y fue el mismo Massa que lanzó este finde largo un desafío a toda la constelación: “Preguntemos a la gente en una consulta popular si no quiere en todo caso pagar 10, 20 o 30 pesos más y tener su propia policía en los municipios; hagamos una consulta popular, nosotros además tenemos voto electrónico reglamentado para la consulta popular y podríamos saberlo en una semana” arrojandole una miguita de pan hacia el porteño interventor encubierto de la Provincia de Buenos Aires: "Hay que entender que hoy el poder y la legitimidad se construyen a partir de estar al frente de las demandas de la gente y no de manejar más o menos personal", dejando bien en claro que es hacia el poder al que apunta y no hacia una u otra jurisdicción.   

Repetimos lo que dejamos escrito en el posteo de ayer, la película tiene dos enigmas a resolver. Uno es el candidato a Presidente/a para el periodo 2015/19 y eso empieza a jugarse con la elección de 2013, otro -el gran interrogante- es la cuestión del liderazgo del peronismo que quedó demostrando perdió su tercer y gran conductor el 27/10/2010.

Algunos se apresuran a aclarar que quien tiene la toga es juez for ever, traducido en la infeliz frase "con banda o sin banda"  que se asocia mas fácilmente al código penal que a los símbolos visibles del mando. Otros levantan la mirada y miran lejos, auscultan, indagan, desconfían, no es tiempo aún de decidirse pero caminan hacia la linea de ese horizonte de definición. No hay verdades reveladas en política, todo está por construirse, siempre. No es tiempo para cerrar fillas y obturar salidas, saben que en esa suerte se juega el futuro del movimiento del poder en Argentina.