El dilema de los presidenciables peronistas

Antes y después del 8N cacerolero el stablishment jugó su mejor carta, insertar a Macri en 2015. 

El hijo de Franco, es claramente un no peronista, pero del tipo que admite la inclusión de "patas"  necesarias para armar una coalición que pueda dar pelea.

A juzgar por los análisis de esta semana, el stablishment logró apenas una partecita menor de su propósito. Si hasta aquellos grupetes que juegan en un rango de pensamiento parecido se muestran remisos a aceptarle el convite a una gesta antik. Que al punto de la agonía de este sector es -en buen romance- una invitación a hacerle carita de asco a cualquier alternativa peronista que necesariamente ha de surgir en su reemplazo.

El diputado Nacional denarvaista Roberti, señalaba:

El sector de De Narváez "trabaja para la unidad con Scioli y Massa"  

"...al ser consultado (Roberti) acerca de si el líder del PRO, Mauricio Macri, podría formar parte de este hipotético espacio, advirtió: "No me parece que esté vinculado a esta situación. Tiene un problema muy importante, no sólo porque no es peronista, sino porque no ha podido desarrollar su proyecto electoral por fuera de la Ciudad de Buenos Aires"." 

http://www.infobae.com/notas/683189-El-sector-de-De-Narvaez-trabaja-para-la-unidad-con-Scioli-y-Massa.html

El 20N sindical, en cambio sirvió de corajina para Daniel Scioli, uno de los candidatos in pectore del peronismo. Decíamos ayer que se apresura Scioli porque no tiene ideas para diferenciarse del kirchnerismo sin caer en la estupidez de ser continuador de lo malo siendo rupturista de lo bueno que nos deja la "dekada".

Marisa Alvarez, eximia retratista de la realpolitik, empieza hoy una nota señalando 

Hace ya mucho tiempo que en la Argentina la madre de todas las batallas no es la que se libra en las urnas entre dos fuerzas políticas poderosas que encarnen nítidos y diferenciados proyectos políticos. Es la que se despliega en un determinado territorio. La provincia de Buenos Aires. Más precisamente, su Conurbano. Más precisamente, puertas adentro de la movediza arena del oficialismo. Y es en ese paisaje donde comienzan a acentuarse señales de las lides electorales por venir.

Y al hablar de Scioli y otros, plantea muy bien los fantasmas que le quitan el sueño a quienes piensan pararse en la orilla peruca para 2015.

El Gobernador -que es de los que creen que, llegada la hora, los planetas se alinean indefectiblemente en su favor- apuesta a ser en 2015 el “candidato natural” de un oficialismo que, con el kirchnerismo-cristinismo desgastado y sin sucesión propia- volverá a ser, sustancialmente, peronismo. Se imagina, así, candidato presidencial de un proceso no traumático -sin rupturas- hacia adentro del oficialismo, pero lo suficientemente diferenciado, de cara a la sociedad, de lo que representa hoy ese espacio, en particular después del 8N.

Y no es Scioli el único que imagina un proceso de esas características. Analistas políticos, dirigentes opositores y no pocos referentes del oficialismo K -que mantienen por ahora esa “idea” en el cajón de los pensamientos inconfesables- hacen evaluaciones y pronósticos similares.

El tema es que antes del 2015 está el 2013.

El Gobernador cree que, con su necesidad de ganar -y bien, frente a derrotas seguras en Santa Fe, Córdoba, Mendoza y capital federal- en territorio bonaerense...

Por eso, en el camino hacia el 2015, todas las estrategias de estos tiempos son, en rigor, provisionales.

http://www.eldia.com.ar/edis/20121125/Scioli-trajeado-para-opinion4.htm

Como buen vocero del Stablishment, La Nación de hoy  en la pluma de Marcelo Veneranda reprocha a Scioli su encolumnamiento por no ser totalmente rupturista y le avisa que hará lo imposible para que sus lectores no lo apoyen. El Scioli apingüinado, la ilustración de Hugo Diaz (HUADI) resume en buena parte la imagen que tendrá este Scioli para este sector de persistir en su estilo "ni chicha ni limonada".