Porque nos gustan “los políticos” y nos gustan todos. Su rostro humano, que no existe separado de su rostro político. Hermano, a mí me encanta que Piñera haya atrasado, si es que pasó, el rescate para poder estar él. Me hubiese decepcionado que se tire por la borda un rescate espectacular, un rescate político: nadie organiza un Mundial y se va a veranear a Europa. Nadie, nadie. Menos si lo empezaste vos. Cuando Piñera agarró ese papelito, el de “Estamos bien, los 33”... fue como cobrar un cheque. El tipo ya se había fumado su mala fortuna, de arrancar con un terremoto, ¿entendés?, un te-rre-mo-to, la Naturaleza te cuestiona el piso, literal y metafóricamente, donde vos te querés parar. Y cuando vos sos Presidente, das batalla contra la Naturaleza, directamente, ese es el carácter irracional de la política, poner a un tipo, a un solo tipo, que en algunas circunstancias disputa contra la Naturaleza.
Tomás Aguerre (de amalita-landia), su autor, se despoja de ataduras y quita velos. Empieza, sin darse cuenta o adrede, a dejar atrás el eje derecha/izquierda que encadena pensamientos, quizás para reformularlo, quizás para superarlo. ¿Chi lo sa?
Yo, con absoluta menos capacidad que Tomás , no pude volar tan alto y por lo bajo no dejo de pensar a la derecha chilena, bendecida por un golpe de popularidad, como una preocupación.
Solo dos caras de la misma moneda.
O.b
PD.-
Bien por la salida al mar que los peruanos le prestan a Bolivia.
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