Hasta ahora habia dos respuestas en materia de seguridad, desde la izquierda "nada" y desde la derecha "palo".
Confieso que estuve esperando un par de añitos la respuesta de la izquierda en materia de seguridad, pero esta nunca vino. Es más, creo que la han guardado en el mismo lugar que guardó el colorado de Narvaéz su enigmático plan de seguridad.
Confieso que estuve esperando un par de añitos la respuesta de la izquierda en materia de seguridad, pero esta nunca vino. Es más, creo que la han guardado en el mismo lugar que guardó el colorado de Narvaéz su enigmático plan de seguridad.
La probable respuesta de la derecha se me antoja es abominable. Y me parece que nunca tendrán otra que no sea más que palo y palo, por que no pudieron unos pocos buenos pensadores que tiene crear las condiciones para aislar y separar a los peores elementos que esta fuerza suele juntar en estas pampas de Dio's y que le aportan nada más que un manojo de prejuicios, xenofobia, intolerancia y racismo.
Ahora aparecen otros (con massita a la cabeza) a querer salir del laberinto en el que está paralizada la clase dirigente (política) argenta por culpa de haber puesto el tren en el eje izquierda-derecha por un lapso de tiempo por de mas imprudente.
El intendente de Tigre dice que
"Se trata de una policía de proximidad, para complementar el trabajo de la Provincia de Buenos Aires. No es una policía de reemplazo ni de competencia como se planteó con la Metropolitana"La palabra clave para entender lo que en términos que entiende doña Rosa, que es a quien tenemos que llegar, dice el funcionario municipal y ex conductor del "rinconcito de los jubilados" es "Proximidad".
"No se trata de competir sino de sumar. Creo en la complementariedad, sumar desde los tres poderes."
"Habrá que modificar la ley de Policía de la Provincia y el rol de coordinación lo tendrá cada jefe distrital de Policía", explicó el ex funcionario."
La idea proviene de un concepto que algunos juzgarán impensado, pero que comparten en general la buena derecha y la buena izquierda, aquellas que no son sectarias y que entienden que a los problemas que nos aquejan es posible, tambien, solucionarlos hablando.
Sin enredar a la autora de las lineas que siguen en rosca política alguna, me atrevo a pegar este párrafo por cuanto sintetiza en parte el principio en el que se inspira esta exigencia de los intendentes del conurbano (por ahora algunos) de hacerse de una policia comunal
"se debe apuntar a la construcción de una democracia de proximidad, donde los vecinos interactúen con el poder político y las organizaciones sociales, proponiendo soluciones y ejecutando políticas tendientes a resolver los problemas que enfrentan sus comunidades."Asi partiendo de la idea de la "democracia de proximidad" llegamos a seste pedido de aplicación concreta en materia de prestación de seguridad.
"La democracia de proximidad nos ha de permitir construir mejor ciudadanía, mayor participación y un control más eficiente. Las comunas debieran ser el ámbito ideal para alcanzar estos objetivos."
No hace falta ser un especialista en encuestas para darse cuenta que en el conurbano -al menos- unos de los principales bienes públicos del que la población dice carecer es la prestación de seguridad.
Desde el estado y gozando de su conducción el deber inexcusable es proveer. Si esta "sensación" es intencionalmente insuflada o surge espontanéamente de la experiencia diaria es materia de otro debate que se ha dado y al que se ha dado como respuesta concreta, entre otras, la ley de servicios de comunicación audiovisual de ejecución en marcha, pero el debate sobre "la producción del sentido" no nos excusa de no dar una respuesta en materia de seguridad.
La respuesta desde el peronismo no puede ser que a "la sensacion se la metan en el culo". El peronismo es un perro de barrio, lleno de cicatrices y mugre debido a las peleas que diarimente debe dar para sobrevivir en un pais períferico y semi-dependiente. Una de las razones por las que el peronismo aparece tan manchado y no apto para estómagos resfríados es que se involucra y da pelea.
Aproximarse no es ser funcional a nadie. Aproximar es mostrarle al vecino que uno no es autista. Aproximarse es monitorear uno mismo la seguridad de su barrio, sus amigos, sus hijos, sus viejos.
Esta propuesta dista mucho de ser la solución del problema. Sirve para plantear el debate desde otra óptica, una tercera posición en el asunto. Sirve para empezar a recorrer el camino de regreso hacia la confianza del vecino en la política sin darle el brazo a torcer a la anti-politica ni a la represión por la represión misma que hasta ahora eran los únicos que aparecían acompañando las marchas de silencio, las que se hicieron y las que hacen a traves de la plegaria laica -que desoimos- repetida tantas veces por la bocas de nuestros projimos: "Y nadie hace nada".
Desde el estado y gozando de su conducción el deber inexcusable es proveer. Si esta "sensación" es intencionalmente insuflada o surge espontanéamente de la experiencia diaria es materia de otro debate que se ha dado y al que se ha dado como respuesta concreta, entre otras, la ley de servicios de comunicación audiovisual de ejecución en marcha, pero el debate sobre "la producción del sentido" no nos excusa de no dar una respuesta en materia de seguridad.
La respuesta desde el peronismo no puede ser que a "la sensacion se la metan en el culo". El peronismo es un perro de barrio, lleno de cicatrices y mugre debido a las peleas que diarimente debe dar para sobrevivir en un pais períferico y semi-dependiente. Una de las razones por las que el peronismo aparece tan manchado y no apto para estómagos resfríados es que se involucra y da pelea.
Aproximarse no es ser funcional a nadie. Aproximar es mostrarle al vecino que uno no es autista. Aproximarse es monitorear uno mismo la seguridad de su barrio, sus amigos, sus hijos, sus viejos.
Esta propuesta dista mucho de ser la solución del problema. Sirve para plantear el debate desde otra óptica, una tercera posición en el asunto. Sirve para empezar a recorrer el camino de regreso hacia la confianza del vecino en la política sin darle el brazo a torcer a la anti-politica ni a la represión por la represión misma que hasta ahora eran los únicos que aparecían acompañando las marchas de silencio, las que se hicieron y las que hacen a traves de la plegaria laica -que desoimos- repetida tantas veces por la bocas de nuestros projimos: "Y nadie hace nada".
Al peronismo de los DDHH, y a la leal centroizquierda que seguramente no desertará de este compromiso le cabe decidir si acercarse o no a este tipo de ideas. De seguro será bien recibida la inicativa de involucrarse en el tema, enriqueciéndo propuestas con su visión, haciendo presente sus espectativas en los lugares de decisión. Por supuesto que no imagino a muchos amigos que gané en estos tiempos metiendo su cabeza en la tierra como el avestruz.
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